Translate

martes, 2 de septiembre de 2014

Brasil, Un gigante en recesión que puede arrastrar a la región

Plataforma petrolífera de Petrobras en Angra dos Reis, 180 kilómetros al sur de Río de Janeiro
Plataforma petrolífera de Petrobras en Angra dos Reis, 180 kilómetros al sur de Río de Janeiro. AFP PHOTO/Edson Passarinho.

La noticia de que Brasil entró en recesión supone un revés para la presidenta Dilma Rousseff antes de las elecciones e instala más nubarrones sobre la economía de la región, ya ensombrecida por la crisis en Venezuela y el default en Argentina, señalan analistas.
La primera economía de América Latina, Brasil, se contrajo un 0,6 % en el segundo trimestre en comparación con el primero, según las cifras entregadas el viernes por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Este es el segundo trimestre consecutivo, el anterior también tuvo una caída de 0,2% según cifras oficiales, en que el PIB brasileño se encoge, lo que significa que la mayor economía latinoamericana entró en "recesión técnica".
Algunos economistas relativizan este concepto, señalando que las tasas de crecimiento negativo son bajas y el desempleo sigue en niveles mínimos, pero este es el peor desempeño de la economía brasileña desde la crisis financiera global de 2008/2009.
A semanas de las elecciones de octubre, el dato es un golpe para la presidenta Dilma Rousseff, cuya reelección ya está amenazada por la candidata Marina Silva, quien según una encuesta podría vencerla en una eventual segunda vuelta.
Se trata de la primera vez que Brasil registra un retroceso económico durante dos trimestres consecutivos (lo que técnicamente pauta una recesión) desde la crisis financiera global de fines de 2008.
Rousseff, que se juega su reelección en octubre, aseguró que este escenario es "momentáneo" debido a factores especiales como el Mundial de Fútbol, insinuando que el número de festivos de los que disfrutó el pueblo brasileño durante la reciente Copa del Mundo de fútbol es causa de la actual recisión. "Debido a la Copa tuvimos la mayor cantidad de feriados en toda la historia de Brasil", comentó.
Su ministro de Hacienda, Guido Mantega, atribuyó además las nuevas cifras a la coyuntura internacional, una sequía en el país y una fuerte baja en la venta de autos a Argentina.
Pero los expertos advierten que hay problemas estructurales que ahogan desde hace cuatro años el fuerte crecimiento con que Brasil deslumbraba al mundo y apuntalaba a sus vecinos.
"Esto afecta mucho a la región porque es el mayor país de América Latina: todos los países que tienen relaciones comerciales con Brasil van a sufrir el impacto", dijo Margarida Gutierrez, profesora de macroeconomía en la Universidad Federal de Río de Janeiro. Quien además señaló que "Esto puede tener una implicación sobre las elecciones".
Aunque los expertos preveían un retroceso de la economía brasileña en el segundo trimestre, las cifras son más negativas de lo esperado a cinco semanas de los comicios nacionales.
Una encuesta divulgada el mes pasado indicó que la presidenta sigue siendo favorita para la primera vuelta, pero perdería por nueve puntos en una eventual segunda vuelta ante la ecologista Marina Silva, candidata del Partido Socialista Brasileño.
En el primer debate entre presidenciables esta semana, Silva criticó la situación económica de Brasil y acusó a Rousseff de mostrar un país "casi cinematográfico (que) no existe para la gente".
Rousseff, del izquierdista Partido de los Trabajadores, sostuvo que en su gobierno se crearon las bases para un nuevo ciclo de crecimiento y que Brasil puede tener "una política de expansión en toda América Latina" con oportunidades para sus empresas.
Pero los datos divulgados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) mostraron que  tanto las inversiones en el país como la actividad industrial cayeron en el segundo trimestre de este año.
Para Gustavo Segré, director de Center Group, una consultora comercial en la región, "Todo aquel que tenga como comprador a Brasil está teniendo una caída importante en las perspectivas de compras", según  indicó desde Buenos Aires el especialista.
No obstante, distinguió que las grandes industrias de la región con negocios en Brasil sentirán más el impacto que las pequeñas y medianas empresas, que aún tienen en el país un mercado atractivo por su gran tamaño.
Para Guido Mantega, Ministro de Hacienda brasileño, no se puede hablar de recesión en estos momentos. "Recesión es cuando el desempleo aumenta y la renta cae. Aquí ocurre lo contrario. En mi opinión no estamos en recesión sino en una parada prolongada, como en los países europeos, que quedan varios trimestres consecutivos con la economía parada", dijo el ministro al ser preguntado sobre el resultado trimestral del PIB.
Para Mantega la reciente Copa del Mundo de fútbol también es culpable de la caída del Producto Interior Bruto (PIB). En su opinión, los festivos tuvieron un impacto negativo de entre 0,2 y 0,3 puntos porcentuales en el resultado de ese indicador en el segundo trimestre.
dilma rousseff
Dilma Rousseff aseguró que la recesión es "momentánea".
La economía brasileña también parece estar sintiendo los problemas económicos y financieros de Argentina y Venezuela, dos socios clave en la región con los que integra el Mercosur.
Por ejemplo, las exportaciones de vehículos de Brasil a Argentina, que sostenían considerablemente el comercio bilateral, se desplomaron 36% entre enero y julio, mientras que en el sentido contrario cayeron 24%.
Las tensiones entre vecinos parecen estar aflorando por las dificultades económicas de la región parecen estar aflorando.
"Si las economías que nos compran no logran revertir su situación, difícilmente nuestros sectores exportadores puedan ser dinámicos", se quejó el ministro de Economía argentino, Axel Kicillof, que esta semana se reunió con Mantega en Sao Paulo.
"Exportamos menos autos a Argentina y esa es una de las causas de que estemos creciendo menos", indicó por su lado Mantega este viernes.
El ministro brasileño negó que Brasil esté en una verdadera recesión, argumentando que la caída del PIB fue pequeña y no afectó el desempleo ni el consumo. También previó una recuperación en el segundo semestre.
Gutierrez explicó que la caída de las inversiones refleja una desconfianza en la economía y la incertidumbre de un posible ajuste en 2015, mientras la industria pierde competitividad por la apreciación de la moneda brasileña y los costos de producción.
Tal escenario tiende a golpear los flujos de comercio en la región, explicó la economista. “Esto va a atrasar inversiones (y) reducir niveles de producción”, concluyó.
"Todavía es un poco temprano para declarar rigurosamente una recesión técnica, pero todo indica que la actividad económica se viene reduciendo, tanto por problemas internos como por el contexto internacional", comentó para el periódico argentino La Nación el economista Rafael Cortez, de la consultora Tendencias, en São Paulo.
En el ámbito externo, las dificultades que enfrenta Brasil son las mismas que gran parte de los mercados emergentes, como Turquía, Sudáfrica o la India, con una salida de capitales de sus países hacia Estados Unidos, que poco a poco, a medida que su economía va recuperándose, está abandonando el programa de estímulos y se vuelve más atractivo para las inversiones privadas.
A esto se le suma un menor crecimiento de China, principal socio comercial de Brasil y hacia donde exporta la mayor parte de sus materias primas, además de las turbulencias económico-políticas en sus dos mayores socios del Mercosur, la Argentina y Venezuela.
Aunque considera que el escenario del país no pueda ser clasificado como de recesión, Nicola Tingas, economista de la Asociación Nacional de las Instituciones de Crédito, Financiamiento e Inversiones, admite que existen factores para preocuparse. "El motor del crecimiento brasileño se muestra más frío. Considerando el escenario para el consumo e inversiones que tuvimos hace pocos años, la lectura es que estaríamos más paralizados que en recesión", según el mismo.
Para el coordinador de estadísticas del IBGE, Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, Rebeca de La Roque, dijo al portal G1 que la causa principal de la contracción económica fue la disminución de 5.5% en las inversiones y de 1.5% en la producción industrial.
El gobierno ha reducido sus expectativas de crecimiento este año a 1.8%, mientras el mercado cree que el alza del PIB en 2014 será mucho menor, de apenas 0.7%.
La AFP subraya que el gigante sudamericano enfrenta su cuarto año consecutivo de crecimiento moderado. Tras un alza espectacular de 7.5% del PIB en 2010, Brasil creció 2.7% en 2011, uno por ciento en 2012 y 2.5% en 2013.
La noticia, acota la agencia AP, surge en un mal momento para la presidenta Dilma Rousseff, quien se ha postulado a la reelección en los comicios del 5 de octubre.
Según una encuesta difundida la pasada semana, Marina Silva del Partido Socialista de Brasil derrotaría a Rousseff en una segunda vuelta.
La encuesta, de la empresa Ibope, dijo que 45% de los brasileños votaría por Silva en la eventual segunda vuelta, comparado con 36% para Rousseff. La encuesta contiene un margen de error de 2 puntos porcentuales.
Las principales agencias de análisis de riesgo han advertido que 2014 podría ser peor que 2013 para Brasil, y han indicado su disposición a rebajar su nota para inversiones. De la actual BBB ("con fuerte capacidad de pago") pasaría a BBB-, donde, aunque se mantendría en grado de inversión, quedaría a un paso de volver a ser considerada una apuesta "especulativa".
Los principales afectados con los malos resultados de la economía brasileña serán los miembros del Mercosur.
"Los países del Mercosur, que son los más integrados con Brasil, deben sufrir un poco más que los demás" la situación económica del gigante suramericano, comentó a Efe el economista Émerson Marçal, profesor de la Fundación Getulio Vargas (FGV).
No obstante, Marçal, doctor y especialista en macroeconomía, descartó que el país pueda entrar en "crisis", pero advirtió que Argentina, Paraguay y Uruguay, junto a Venezuela, los otros socios brasileños del Mercosur, pueden sentir los efectos de las medidas internas que Brasil tome para enfrentar la situación.
"Los otros países están más integrados con Asia, como Chile o Colombia, y son los que están en la Alianza del Pacífico (junto a México y Perú). No se verán tan afectados por estas medidas", explicó Marçal.

El debate de todos contra Marina Silva
La candidata socialista Marina Silva durante un acto de campaña en Río de Janeiro. AFP.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes dejar aquí tus opiniones e impresiones sobre una entrada concreta, sobre algún tema sobre el que te gustaría ver una nueva entrada o sobre cualquier tema del blog en general.