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viernes, 4 de julio de 2014

Estados Unidos, Erin Brockovich inicia una nueva batalla contra un gigante: Bayer

Erin Brockovich
La célebre Erin Brockovich ahora está enfrentada con la farmacéutica Bayer.
Ella fue la madre soltera y sin educación formal en leyes que se enfrentó al sistema corporativo estadounidense y ganó. Ahora, Erin Brockovich se planta ante otro gigante: Bayer.
Erin Brockovich-Ellis (Lawrence, Kansas, 22 de junio de 1960) era una empleada de una oficina jurídica estadounidense que, a pesar de su falta de instrucción académica y formación jurídica, fue fundamental en la preparación de una demanda contra la empresa Pacific Gas and Electric Company (PG & E), de California en 1993.
Hija de ingeniero y periodista, la verdadera Erin se crió en Kansas y, tras dejar los estudios, se trasladó a California, donde trabajó como aprendiz de dirección en unos almacenes. La chica se cansó y le dio por la ingeniería eléctrica, pero decidió que aquello tampoco era para ella. Aprovechando su imponente físico de rubia escultural, Erin se lanzó al mundillo de los concursos de belleza y se coronó "Miss Costa del Pacífico" en 1981.
Brockovich, quien se hizo famosa después de que la actriz Julia Roberts protagonizara una película sobre su vida, tiene más armas con qué pelear. Su lucha actual es para alertar sobre lo que considera un peligroso método anticonceptivo: Essure, un método rápido y no quirúrgica para esterilizar de forma permanente a las mujeres.
El procedimiento consiste en la inserción de pequeños espirales en forma de bobinas en las trompas de Falopio para impedir que el esperma llegue a los óvulos.
Ha sido aclamado como un método de control de natalidad más económico y menos invasivo; una alternativa a los procedimientos quirúrgicos que bloquean, cortan o sellan las trompas de Falopio.
Brockovich se suma a un creciente coro de mujeres que cuestionan el procedimiento, alegando que el producto ha herido a miles de mujeres
"Está perforando úteros, colon, paredes del estómago...", le dice Brockovich a la BBC. Para añadir a continuación, "Algunas mujeres han tenido que hacerse un escáner en todo el cuerpo, para determinar dónde se encuentra (el dispositivo), porque está flotando libremente. Una de las mujeres que usó Essure terminó quedando embarazada".
Brockovich cuenta que en este caso la madre no pudo lograr que le quitaran el dispositivo "y en la semana 25 del embarazo se rompió y emigró, perforando el líquido amniótico. El bebé no consiguió sobrevivir".
El fabricante de este producto, Bayer, dice que si bien simpatiza con cualquier mujer que sufra, argumenta que la ciencia y los datos de la Agencia de Control de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) demuestran que el producto es abrumadoramente seguro.
"Aquí hay muchas emociones involucradas", dice el director médico de Bayer en EE.UU., el doctor Edio Zampaglione. "La ciencia es la que tiene que guiar nuestra comprensión, y apunta a que Essure es un producto seguro y eficaz".
Según Bayer, de las 750.000 mujeres en todo el mundo utilizan el producto, la mayoría no se ha quejado.
Por su parte, la FDA señala que Essure es el único método de esterilización disponible en EE.UU. que no requiere de una incisión en la piel, y que cuando se usa correctamente tiene una efectividad del 99,83%.
La Agencia también explica que mayoría de las mujeres que se aplican el procedimiento pueden irse a su casa 45 minutos después y reanudar sus actividades normales en uno o dos días. El procedimiento no es reversible.
Erin Brockovich, durante una manifestación en 2011. / CORDON PRESS.
El método fue aprobado en EE.UU. en noviembre de 2002. Desde entonces hasta el 25 de octubre, la FDA dice que ha recibido 943 denuncias de incidentes adversos relacionadas con Essure, principalmente por dolores (606 de ellas).
Otras 1.000 han sido enviadas a la FDA a través de un sistema voluntario de quejas.
Pero para poner estas cifras en contexto, habría que aclarar que los médicos no están obligados a informar de los problemas que hayan surgido con los productos que usan, y muchas mujeres no saben cómo denunciar problemas.
Un grupo de Facebook llamado Essure Problems tiene 8.592 miembros donde bautizaron el método como "E-hell", un juego de palabras entre Essure e infierno en inglés.
Los mayores problemas son dolor, sangrado e inflamaciones por el dispositivo. Algunas dicen que sus dispositivos se han roto y les han perforado sus órganos internos.
Kim Myers se implantó el dispositivo en 2008 y dice durante tres años experimentó un dolor que la debilitó. Hasta que se hizo una histerectomía y le quitaron el Essure. Su aflicción no sólo causó estragos en su matrimonio, sino que quedó incapacitada para seguir montando a caballo de forma competitiva.
"Nunca me sentí tan discriminada en mi vida como me sentí con esta cosa Essure", dice Myers, quien siente que se sintió presionada por su médico para que se lo pusiera.
Cuando se quejaba del dolor, cuenta que él le decía "tontita, estás hormonal". "Nada más lejos de la verdad", agrega.
Myers no puede demandar a Bayer debido a que en EE.UU. existen unas leyes federales que protegen a los fabricantes de productos médicos de recibir demandas colectivas. Estas impiden que se hagan demandas basadas en reclamos estatales, como negligencia o errores en las advertencias sobre los productos.
La intención de estas leyes es impedir demandas frívolas, pero los defensores de los derechos de los consumidores, como Erin Brockovich, sostienen que las leyes tienen que ser modificadas.
"Las empresas deben ser responsables y en este caso Bayer no puede girar la cabeza y decir que 'esas 8.000 mujeres no importan'. Creo que tienen la responsabilidad, el deber, de observar lo que está pasando, y si hay dudas, enfrentarlas", dice Brockovich.
"Una ya es demasiado. ¿Y 8.000 mujeres? Uno no puede ignorar esa voz colectiva. Hay algo malo en el producto".
Brockovich insta a las mujeres a compartir sus historias y a ejercer presión sobre Bayer para sacar a Essure del mercado.
Ella sabe lo que es enfrentarse a los intereses de las grandes corporaciones, pues jugó un papel decisivo en la mayor demanda colectiva en la historia de EE.UU., a pesar de no haberse formado en leyes.
En el pasado libro una batalla a lo David y Golliat en contra Pacific Gas y la Electric Company de California debido a la contaminación de aguas.
Bayer dice que preocupaciones de Brockovich son erradas.
El doctor Zampaglione, de Bayer –una marca bien establecida con más de 150 años de existencia– dice que no hay posibilidad de que la empresa saque Essure del mercado.
"Puedo decir que es un porcentaje muy bajo (de informes de mujeres con efectos adversos)", dice. "Y esto es consistente con las pruebas clínicas ycon lo que la FDA observa", concluye el mismo.
Zampaglione dice que la empresa tiene dos números telefónicos gratuitos para que los pacientes expresen sus quejas y que quiere saber de cualquier mujer que experimente problemas con Essure.
También señala que la empresa no desperdiciaría su reputación en un producto en el que no cree al 100%.
"Estamos tratando de colaborar con los pacientes, con mujeres que sientan que han enfrentado una lesión y efectos adversos. No puedo comentar sobre las opiniones de Erin, pero sí vemos una desconexión: estamos en el negocio de ofrecer productos y dispositivos de calidad".
A sus 54 años, Brockovich, gracias a que fue inmortalizada por Julia Roberts (su interpretación le valió el Oscar a la mejor actriz) en la película Erin Brockovich, es recordada como la mujer hecha a sí misma que pasó de dependienta divorciada en dos ocasiones y madre de tres niños, a una de las litigadoras más populares en EE UU, capaz de ganar la denuncia colectiva contra la compañía Pacific Gas & Electric por contaminar el agua del pueblo de Hinkley. En su lucha consiguió 250 millones de euros para los demandantes, la mayor compensación económica concedida hasta la fecha, y un bono personal de 1,5 millones.
La hazaña de Erin Brockovich sin duda sacó al Cromo hexavalente de muchos procesos a lo largo y ancho del mundo, le hizo saber a los ciudadanos que pueden protestar y ser escuchados y puso sobre la mesa de los gobiernos el tema de salud pública relacionada con la industria.

La batalla de Erin Brockovich contra el gigante Bayer.
Foto AFP/Bayer
Erin Brockovich es en la actualidad la presidenta de Brockovich Investigation & Consulting, una empresa de consultoría.
"No me gusta idealizar a gente que no existe. Prefiero idealizar a la gente real, a los héroes desconocidos que pelean contra los males de la América corporativa, a aquellos que no tienen más elección que vivir en un mundo del que otros quieren sacar ventaja. Sería una gran película, ¿no creen?", dijo cuando le propusieron hacer una segunda parte de la película basada en su vida.

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