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lunes, 9 de junio de 2014

Estados Unidos, Óscar López Rivera el último independentista puertorriqueño preso en ese país

Oscar Lopez
EL 29 de mayo Óscar López Rivera cumplió 33 años preso en Estados Unidos.
Óscar López Rivera nacido en 1943 y veterano del la Guerra de Vietnam donde fue condecorado por su valor en combate, a su regreso a Chicago donde residía, se integró muy pronto a las luchas de su comunidad en defensa y afirmación de los derechos de los puertorriqueños.
En 1990 este puertorriqueño tomó un pincel y pintó un girasol. Los colores de su obra destacaban en la celda monocromática de 2x3 metros en la que pasó 12 años, en aislamiento casi total, sin poder tener contacto con su familia, en la prisión Supermax ADX, de Colorado, Estados Unidos.
Pero López no era pintor, era un conspirador según sentenció el tribunal que lo condenó en 1981 tras acusarlo de ser parte de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional de Puerto Rico (FALN), una organización clandestina que luchaba por la independencia de la isla de Estados Unidos.
El pasado mes de mayo, López cumplía su trigésimo tercer año en la cárcel de los 70 a los que fue sentenciado. Es el único de los 16 militantes del FALN arrestados en aquellos años que todavía se encuentra tras las rejas.
El independentista boricua no ha sido responsabilizado por causar daño o muerte a nadie, pero en 1981 se le acusó de "conspiración sediciosa" por manifestar sus ideales independentistas, y cuando fue detenido, ese mismo año, a las afueras de Chicago, el puertorriqueño estaba en la lista de los más buscados por el FBI. Se había ido a la clandestinidad con otros compañeros en 1976 después de que fueran encontrados explosivos y armas vinculados a las FALN.
Para ese entonces, el grupo había reclamado la autoría de múltiples atentados en EE.UU. de los más de cien que alcanzarían a cometer, que dejaron seis muertos y decenas de heridos.
"Para nosotros poder sobrevivir como pueblo no teníamos otra alternativa. Estamos hablando de un momento de bastante persecución y represión, y queríamos sobrevivir. Usábamos lo que se llama 'propaganda armada' para llevar el mensaje de nuestra lucha", le dice López a BBC Mundo desde la prisión federal de Terre Haute, en Indiana, la cuarta cárcel por la que ha pasado.
Han sido tres décadas que han visto cambiar la dinámica política de Puerto Rico y la percepción de la figura de Óscar López, que se ha convertido en el centro de una campaña que pide su liberación.
Esa condición de símbolo es rechazada desde el otro lado por las víctimas de las acciones de las FALN y sus familiares, quienes exigen que López cumpla su sentencia.
La polémica se reactiva por estos días del aniversario de su encarcelamiento, cuando se producen marchas y eventos a favor del militante puertorriqueño.
A través de los años, múltiples resoluciones del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas han demandado del gobierno de Estados Unidos la excarcelación de los prisioneros políticos puertorriqueños. Tribunales especiales convocados desde la sociedad civil igualmente han demandado su excarcelación y denunciado específicamente las condiciones bajo las cuales se les ha mantenido encarcelados. Tales fueron los pronunciamientos del "Tribunal Permanente de los Pueblos", el cual sesionó durante los días 27 al 29 de enero de 1989 y del "Tribunal Especial Internacional sobre Derechos Humanos de los Prisioneros Políticos y Prisioneros de Guerra en Prisiones y Cárceles de Estados Unidos", llevado a cabo  los días 7 al 10 de diciembre de 1990 en la ciudad de Nueva York.
En 1999, el entonces presidente Bill Clinton, ofreció conmutar la sentencia a 13 miembros de las FALN, que para entonces habían pasado cerca de 20 años en prisión. Salvo López, todos aceptaron y hoy se están en libertad.
La oferta fue rechazada por Óscar quien indicó que se negaría a cualquier excarcelación mientras permanecieran encarcelados otros de sus compañeros, como era el caso de Carlos Alberto Torres y Haydée Beltrán. Estos últimos, sin embargo, ya se encuentran fuera de prisión.
Clarisa, Óscar y Karina
Su hija Clarisa y su nieta Karina

Para él la oferta presidencial incluía la condición de cumplir 10 años más en la cárcel con buen comportamiento.
"No me arrepiento de no haber aceptado. Mi experiencia había sido fatal los primeros 18 años en la cárcel y pensaba que sería imposible salir con buen comportamiento después de todo lo que me habían hecho", le explica López a BBC Mundo.
"Además éramos 15 solicitando la clemencia, pero sólo 13 recibimos la oferta, y yo nunca he dejado atrás a nadie, ni en Vietnam, ni en mi comunidad", dice destacando su participación en aquella guerra para la que, como tantos otros, fue reclutado obligatoriamente.
"Recibí una carta del gobierno de EE.UU. diciendo "si usted no se reporta al centro de inducción en tal fecha, puede encarar hasta 5 años de prisión" y yo lo que menos quería era ir a la cárcel, así que fui", recuerda. "Imagínese, ahora llevo 33 años, esas son las ironías de la vida y los retos que tenemos que enfrentar".
Al presente, a pesar del comportamiento ejemplar que Óscar ha mantenido en prisión en los pasados 30 años, la Junta de Libertad Condicional le niega la posibilidad de una salida de prisión.
Algunos consideran que la sentencia de López está condicionada por la relación política entre Puerto Rico y EE.UU., país del cual la isla es estado libre asociado desde 1952, por lo que controla los asuntos fiscales, de defensa e inmigración de la isla.
Los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses pero sin embargo no pueden votar en elecciones presidenciales de EE.UU., a menos que vivan dentro del territorio estadounidense.
El único representante de la isla en el congreso no tiene derecho a voto, en lo que algunos describen como una relación de subordinación.
Según el concepto de Jan Susler, abogada de Óscar López, el delito de conspiración sediciosa no debería ser aplicable en su caso.
"El delito de conspiración sediciosa está basado en la relación entre Puerto Rico y EE.UU.. La sedición implica que tú estás en contra de tu gobierno. Pero no es viable al Puerto Rico "pertenecer a pero no formar parte de" EE.UU.. Es imposible que un ciudadano de una nación sea sedicioso en contra de otra nación", asegura.
"La aplicación de esta ley se ha usado exclusivamente contra puertorriqueños entre los años 30 y 80, lo cual es ilegal. Una ley no se puede usar solamente en contra un grupo o unos ideales", agrega.
Los que respaldan a López comparan su caso con le del expresidente sudafricano Nelson Mandela, detenido por un gobierno de supremacistas blancos al que consideraba ilegítimo, pero esa es una valoración con la que no todos están de acuerdo.
Joseph Connor señala a López y a las FALN como responsables de la muerte de su padre, Frank Connor, de 33 años, quien murió en el atentado más notorio perpetrado por el grupo, en el restaurante Fraunces Tavern, en Nueva York y en el que murieron tres personas más. Connor tenía 9 años cuando su padre murió, su hermano tenía 11.
"López era el capitán del barco, era líder el grupo. Entrenó gente, la reclutó, fue parte de la conspiración que mató a seis personas e hirió a varias más. Y aunque no fue condenado por los eventos en Fraunces Tavern, fue claramente reconocido como parte de esa conspiración", le dice Connor a BBC Mundo.

Oscar Lopez
En las calles de Puerto Rico hay varios murales que piden la liberación de Óscar López.
Cuando regresó de Vietnam, López se casó y tuvo una hija, Clarisa. Pero al separarse de su esposa esta la llevó a Puerto Rico y sólo volvió a ver a su hija poco después de ser arrestado, cuando ella tenía 10 años.
"Fue un momento doloroso y al tiempo de felicidad, mi hija es una tremenda mujer, no hemos podido compartir pero tenemos un gran amor", relata López.
También tiene una nieta, Karina, a quien escribe cartas de vez en cuando que aparecen publicadas por el periódico El nuevo Día, de Puerto Rico.
La historia de la familia separada es uno de los argumentos que usan quienes defienden la causa del reo puertorriqueño, aunque no convence a los afectados por las acciones del FALN.
"López y sus seguidores se han quejado de que se perdió de la vida de sus hijos, pero ¿qué pasa con mi padre?. Mi padre se perdió la vida de sus hijos también, y sus hijos perdimos la de él", dice Joseph Connor. Para concluir diciendo, respecto a la actitud de Óscar López, "Nunca mostró remordimiento y por eso debería permanecer en la cárcel el tiempo al que fue sentenciado".
Durante su conversación telefónica con BBC Mundo desde la carcel de Terra Haute, López aseguró que su aspiración es regresar a Puerto Rico, de donde salió a los 8 años con su familia rumbo a Chicago, "a ver el mar".
López tendrá 83 años cuando cumpla el suficiente tiempo encarcelado para poder optar a salir bajo palabra.
El único recurso que tiene para salir antes es si el presidente Barack Obama acepta la solicitud de conmutación de sentencia que le presentó su defensa.
"Estamos bregando por conseguirlo. No pierdo las esperanzas de que me dé la clemencia; Clinton ya lo había hecho, lo cual es buen precedente", le dice López a BBC Mundo.
Sus abogados subrayan que la realidad política ha cambiado y descartan que una vez libre López vaya a reinsertarse en algún tipo de activismo violento en favor de la independencia.
Entre los que se solidarizan con el puertorriqueño, están el premio Nobel de la Paz sudafricano Desmond Tutu, grupos musicales, beisbolistas y organizaciones de derechos humanos y civiles, como Amnistía Internacional.
Algunos congresistas hispanos de Estados Unidos, y hasta el presidente de Uruguay, José Mujica, quien abogó por su liberación en la Casa Blanca el mes pasado durante sus reuniones con Obama, consideran que llegó la hora de conceder la libertad al último independentista puertorriqueño preso.
Mientras espera el eventual beneficio presidencial, en su Puerto Rico natal el caso de López ha logrado forjar un impensable consenso entre sectores políticos opuestos de la isla.
En las marchas que se producen cada año exigiendo su liberación, participan con idéntica convicción tanto los independentistas como los que favorecen la anexión total con EE.UU.
La junta directiva del desfile boricua en NYC, que celebra este domingo su 57ª edición, anunció que apoyará el movimiento “Oscar libre”.
El desfile boricua en New York, que celebró ayer domingo su 57ª edición, apoya el movimiento "Oscar libre".
Eduardo Villanueva Muñoz reflexiona en una columna para la revista digital 80 grados sobre la reciente caminata por 33 municipios de Puerto Rico durante 33 días para visibilizar el hecho de que Oscar López Rivera lleva 33 años como prisionero político y exigir su excarcelación inmediata. Al reflexionar sobre por qué Oscar lleva tantos años encarcelado injunstamente, escribe lo siguiente:
"El pueblo de Estados Unidos tiene amplias masas de trabajadores, de desposeídos, de gente laboriosa, que tienen el talento y la sensibilidad para contribuir al progreso de la humanidad. Con ese pueblo también tenemos que buscar la unidad, para que su gobierno y los sectores de ese gobierno, que aun fomentan el racismo, el discrimen el coloniaje y la intervención indebida con países soberanos, comprendan como Benito Juárez que el respeto al derecho ajeno es la paz. He hablado de este tema con Oscar y él me enfatiza siempre que debemos distinguir al pueblo trabajador norteamericano de su gobierno, especialmente del aparato corporativo militar, que es el que sojuzga a las masas e incluso al propio Presidente de Estados Unidos. Al Presidente de turno, a veces parecería que lo tienen de rehén y le permiten muy poca libertad de acción. Tal vez eso es lo que explica, porque Obama aun no excarcela a Oscar, porque ese aparato de represión y de mal llamada seguridad, no le deja comprender que es para el mejor interés de los Estados Unidos, excarcelar a Oscar a la brevedad posible".
La presidenta del Concejo Municipal Melissa Mark-Viverito aplaudió a la junta del Desfile Nacional Puertorriqueño por sumarse a la petición para la liberación del preso político puertorriqueño Oscar López Rivera.
"En el pasado los organizadores del Desfile Nacional Puertorriqueño tenían miedo de tomar una postura y ahuyentar a sus patrocinadores", dijo Mark-Viverito en una conferencia de prensa. "Este es un momento histórico al que nos unimos para impulsar la campaña por la liberación de Oscar López". La junta directiva del festival, que celebra este domingo su 57ª edición, ha anunciado su respaldo a la liberación y hacia el movimiento "Oscar libre", que cuenta con amplio apoyo en Puerto Rico.
"Desde San Juan hasta la Quinta Avenida, las voces que piden la liberación de mi padre serán escuchadas", indicó Clarisa López, hija única de López Rivera. "Anhelo que el presidente Obama honre su premio Nobel de la Paz y haga lo necesario para indultarlo luego de 33 años de prisión".
Una página en la red social Facebook fue creada como fórmula de ayuda para su liberación.


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