Bosnia, Oslobodjenje ("Liberación") una historia de periodismo de resistencia

Un 5 de abril de 1992 comenzó el sitio de Sarajevo, el asedio más prolongado en la historia de la guerra moderna. Llevado a cabo por las fuerzas de la autoproclamada República Srpska (una de las dos entidades políticas que forman la república federada de Bosnia y Herzegovina) y el Ejército Popular Yugoslavo, duró desde el 5 de abril de 1992 al 29 de febrero de 1996.
Se estima que de las más de 12.000 personas que perecieron y las 50.000 que resultaron heridas durante el asedio, el 85% de las bajas estuvo compuesta por civiles. A causa de estas muertes y la migración forzada, para 1995, la población de la ciudad había disminuido a 334.663 personas, lo que representaba un 64% de la población total anterior a la guerra.
Aún cuando reinaba la calma a ambos lados del Bulevar Meše Selimovića, los sarajevitas que resisten el asedio de las tropas serbobosnias procuraban no cruzar esta larga avenida mientras podían evitarlo. Si no queda otro remedio, tomaban aire y atravesaban a la carrera el Bulevar, también conocido como Avenida de los Francotiradores (Sniper Avenue); uno de los lugares preferidos por los tiradores para aterrorizar y matar a los habitantes de la capital de Bosnia-Herzegovina entre 1992 y 1996, durante los cuatro años de asedio y ataques de la artillería emplazada en las colinas.

Los edificios del periódico tras ser bombardeado.

Cuando se desarrollan conflictos bélicos suele ocurrir que los periodistas acaban convirtiéndose en protagonistas. Lo normal es que sea por el asesinato de corresponsales de guerra, como se ha podido observar a lo largo de la historia, sin embargo hay ocasiones en que los reporteros son noticia por su lucha, supervivencia y dedicación al trabajo. Este es el caso de los trabajadores del periódico Bosnio Oslobodjenje (Liberación).
Veintidós años después de comenzar el sitio de Sarajevo en la misma avenida, cuarenta trabajadores continúan editando el Oslobodjenje. "El diario más antiguo de Bosnia, publicado por primera vez en 1943" asegura, para el periódico digital Público, Daniel Omeragic, periodista y miembro del consejo editorial del periódico. Un diario nacido como medio antinazi en la Segunda Guerra Mundial, y el único periódico que siguió saliendo a la calle todos los días durante el asedio, a pesar de la muerte de tres de sus trabajadores y de las heridas que sufrieron otros veinte "mientras cumplían con su deber", como recuerda Omeragic. "La decisión de seguir trabajando la tomaron los editores y periodistas del medio", afirma.
Ese diario se fundó cuando Bosnia pertenecía a Yugoslavia, y a su vez a la URSS. Se empezó a publicar con clara vocación anti nazi y pronto pasó a ser propiedad de la Alianza Socialista de Trabajadores (AST). Bajo su mando estuvo hasta que la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas comenzó a desmoronarse, momento en el que la AST se deshizo de él. Estuvo a punto de desaparecer pero al final logró convertirse en una Sociedad Anónima y continuar su actividad.
Comprometidos con la preservación de una Bosnia-Herzegovina como un Estado multiétnico, sus redactores, un equipo mixto, hicieron que el periódico siguiese publicándose a diario durante la guerra de 1992 a 1995, a pesar del sitio de Sarajevo y de la muerte de cinco de sus miembros. Recibieron numerosos galardones, entre ellos el premio Sájarov en 1993. En 2006, el diario fue adquirido por dos de las empresas más grandes de la ciudad, la Fábrica de Tabaco de Sarajevo y la Fábrica de Cerveza de Sarajevo.
"La guerra dejó profundas heridas en nuestro periódico", comenta Daniel Omeragic en su entrevista con Público. Para añadir, "El primer periodista que murió en Bosnia fue nuestro corresponsal de Zvornik, Kjašif Smajlović, fallecido el 9 de abril de 1992, mientras escribía un reportaje sobre las unidades del Ejército Yugoslavo y los paramilitares serbios que entraban por el río Drina. El fotógrafo Salko Hondo murió cuando tomaba fotos de los sarajevitas haciendo cola para obtener agua, y Zuhra Bešić, de administración, fue abatido por la bala de un francotirador. Más de 20 empleados del Oslobodjenje fueron heridos durante el asedio a Sarajevo, algunos alcanzados por los francotiradores mientras trabajaban".
En un contexto bélico, donde la información juega un papel fundamental, un periódico independiente como Oslobodjenje representaba una amenaza para los intereses de las tropas serbias. Estas no se limitaron a bombardear su redacción central, sino que ocuparon sus oficias en Belgrado y Novi Sad asesinando en la propia redacción a algunos de sus periodistas. La guerra dejó en este periódico Bosnio un total de cinco muertos, 12 desaparecidos y cerca de 30 heridos. Sin embargo, el diario no dejó de publicarse ni un solo día durante los tres años que duró el asedio de Sarajevo. Fue el único que lo hizo.
Aunque fuera con cinco páginas lo importante era salir pese a las bombas. Y salía aunque tuviese que ser redactado en el sótano con precarios equipos eléctricos. Ahí estaba, fiel. Presencia permanente en unas calles sin kioscos, sumergidas en el zumbido de la artillería y las balas de los francotiradores.
"1993 fue el más duro de los años de guerra. La agresión contra Bosnia-Herzegovina comenzó en la primavera de 1992 y terminó con los Acuerdos de la Paz de Dayton, en noviembre de 1995, aunque el asedio se prolongó hasta febrero de 1996. Incluso durante los meses más horribles, el periódico continuó defendiendo la libertad y los derechos humanos, gracias al trabajo de todos los periodistas pertenecientes a los principales grupos étnicos en Bosnia y Herzegovina (bosniacos, croatobosnios y serbobosnios), pero también a las minorías", asegura Omeragic.
Los redactores que soportaron el asedio trabajaban y, casi, vivían en el sótano del edificio. Trabajaban por turnos y distribuían ellos mismos el periódico. Su trabajo contó con el apoyo de la población de Sarajevo, ya que algunos ciudadanos copiaban a mano las noticias del Oslobodjenje para luego distribuirlas entre la población.
El Oslobođjenje no solo describía la mísera situación que atravesaban los bosnios, sino que se valía de sus viñetas para ilustrar el día a día en Sarajevo. Por ejemplo, cuando se terminaron las existencias de tabaco y la gente racionaba los cigarrillos que le quedaban, se pudo ver en portada un dibujo de un civil herido que había perdido una oreja y que se negaba a ser evacuado. Ante la insistencia de los operarios de emergencia, el bosnio alegaba que no se iría hasta que recuperase su oreja, porque en ella conservaba su último cigarrillo.
"Durante la guerra bajó la tirada del Oslobodjenje y los ejemplares tenían menos páginas, pero tuvimos que utilizar las reservas de papel. Después comenzamos a recibir cantidades limitadas, traídas por la misión de UNPROFOR a Sarajevo. Recibimos la ayuda de organizaciones de periodistas de todo el mundo, como Reporteros sin Fronteras. El Parlamento Europeo galardonó al Oslobodjenje con el Premio de Derechos Humanos Sájarov en 1993", recuerda.
En 1989 "recibió el Premio Ciudad de Sarajevo y fue elegido el Mejor Periódico de Yugoslavia, y en 1992 la BBC y Granada TV lo mencionaron como ‘el mejor periódico del mundo'", afirma Omeragic, orgulloso.
En una época en que el periodismo y su credibilidad no viven sus mejores momentos, dado que la mayoría de los ciudadanos, de una gran cantidad de países, piensan que los periódicos están siempre sometidos a influencias políticas, y muchos de ellos cuestionan tanto la presencia de los políticos en los medios de comunicación, como la falta de seguimiento de la actualidad, cuyos detalles más incómodos no son, muchas veces, abordados como se merecen por especialistas o investigadores, es importante resguardar la llama de un periodismo que está pasando a la historia, acorralado también por la grave situación financiera de numerosos medios de comunicación.

Captura de la web del diario digital Público.