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lunes, 17 de marzo de 2014

Escocia, Las grandes empresas votan "No" a la Independencia

En este año puede que finalmente se cumpla el sueño de William Wallace, el héroe nacional escocés que participó en la Primera Guerra de Independencia de Escocia, y al que hizo internacionalmente famoso Mel Gibson con su película Braveheart.
El próximo 18 de septiembre, los escoceses decidirán si continúan formando parte de Gran Bretaña o si, por el contrario, se independizan de la tutela de Westminster. Pero esta resolución, que en los tiempos medievales de William Wallace (1270-1305) se forjó con el filo de la espada, en el siglo XXI se resolverá con el voto.
"¿Debería Escocia ser un país independiente?" es la pregunta única, pero crucial, que a medida que se acerca la fecha del referéndum polariza cada vez más a la sociedad escocesa.
Si las grandes empresas, según publican diversos medios, tuvueran la posibilidad de votar, en el referéndum que decidirá el futuro de Escocia, escogerían la papeleta del no.
Finanzas y petróleo son dos de los principales sectores económicos de Escocia y, si sus empresas votaran en el referéndum, su posición contraria a la independencia la dejarían clara en las urnas. Naturalmente, no lo han dicho de forma tan diáfana y aseguran que la decisión está en manos de los escoceses, pero compañías como los bancos Royal Bank of Scotland (RBS), Lloyds y Barclays o la petrolera Shell han alertado de las complicaciones que generaría la independencia y la aseguradora Standard Life y la inversora Alliance Trust han empezado a poner en marcha planes de contingencia para mudarse al sur de la frontera si el pueblo escocés se decantara por el sí a la independencia.
El mes pasado, en un sondeo del instituto ICM, la opción por el no contó con un 44% de adhesión, frente a un 37% del sí. Sin embargo, a pesar de imponerse hoy, hace tan sólo cuatro meses la diferencia que el no a la independencia le sacaba al sí era de 17 puntos porcentuales.
El sondeo de Survation para The Daily Record y la Universidad de Dundee da un 47,6% al no y un 39,3% al sí, el porcentaje más alto a la independencia desde hace seis meses.
La actitud de las grandes empresas o corporaciones reflejan, en parte, el nerviosismo por un cierto fortalecimiento en las encuestas del voto favorable a la salida.
Según una encuesta publicada por la edición escocesa del conservador Mail on Sunday, si sale elegida la opción de la independencia, en el referéndum, un 36 % de las empresas escocesas se plantearían marcharse de Escocia.
De acuerdo con este sondeo, realizado por Survation entre cien firmas, un 40 % de las compañías no se marcharían, aunque un 45 % opina que la secesión sería "perjudicial".

Una opinión contraria a estas grandes corporaciones la tiene el millonario Jim Ratcliffe, cuya compañía Ineos opera una refinería en Grangemouth, quien ha declarado a The Sunday Times, "que una Escocia independiente podría gestionar una economía próspera, pues no hay que ser grande para tener éxito". Otros expertos, como el financiero George Soros, han cuestionado que Escocia puede compartir la libra como es su intención, y cree que estaría mejor ingresando en el euro.
Curiosamente, que parte de la banca se vaya de Escocia puede no ser precisamente algo negativo, según la agencia de calificación Standard & Poors, que ha publicado un informe sobre la viabilidad económica de una Escocia independiente. A su juicio, uno de los riesgos de Escocia es que es demasiado pequeña para el tamaño de su sistema financiero, que es 12,5 veces más grande que el PIB escocés, una ratio muy superior a la del conjunto de Reino Unido (que lo multiplica por cuatro).
A juicio de Standard & Poors, una Escocia independiente tendría, en sus inicios, problemas de crecimiento y de calificación de su deuda, pero con el tiempo sería financieramente viable e incluso podría llegar a tener su propia moneda.

El apoyo a la independencia de Escocia aumentó después de que los tres principales partidos británicos advirtieran a los escoceses que no podrían mantener la libra si dejan el Reino Unido, según la primera encuesta de opinión publicada desde que se conocieron las declaraciones.
El mensaje desató una respuesta airada del líder Alex Salmond que dijo que Escocia tenía todo el derecho a seguir usando la libra y que el "acoso" de Londres crearía el efecto contrario al esperado.

El Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas en inglés) es el máximo referente del movimiento que busca el divorcio con Gran Bretaña. Su líder y primer ministro escocés, Alex Salmond, a quien algunos de sus adversarios acusaron de ser "el hombre que va a despedazar a Gran Bretaña", es una de esas figuras políticas que despiertan pasiones tanto a favor como en contra. 
En noviembre del año pasado, el gobierno de Salmond publicó el White Paper , una guía inspirada en los modelos socialdemócratas de los países nórdicos, que propone, entre otras cosas, grandes cambios en seguridad social. Según el primer ministro escocés, de esta forma queda en evidencia que no busca "la independencia como un fin en sí mismo, sino como un medio para lograr un país mejor".
Sin embargo, Michael Keating, profesor de la Universidad de Aberdeen y director del Scottish Center on Constitutional Change (Centro Escocés para un Cambio Constitucional), considera que, "Ambas partes exageran el impacto económico de la independencia. El éxito no es una cuestión de ser o no independientes, tiene que ver con las políticas que se apliquen. Hay que tener en cuenta que las diferencias económicas entre Escocia e Inglaterra no son muy grandes. Se podría argumentar que aún con la independencia las cosas no cambiarían mucho". 
La disputa de la independencia ha llegado hasta el famoso personaje de ficción, creado por el escritor británico Ian Fleming, James Bond.
Sir Sean Connery, le dio la espalda al imperio británico y hace campaña por la independencia de Escocia.
Connery, que interpretó a los legendarios reyes británicos Arturo (Lancelot, el primer caballero, 1995) y a Ricardo Corazón de León (Robin Hood: El príncipe de los ladrones, 1991), es muy amigo de Alex Salmond, el líder escocés que impulsa a brazo partido la secesión, e integra las filas de su Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas en inglés), declaró: "Los escoceses seremos los mejores guardianes de nuestro futuro".
Otro James Bond, Sir Roger Moore, llama a los hombres y mujeres de las "tierras altas" a permanecer unidos bajo la Union Jack y lleva esa batalla a un "combate" personal con su antecesor, en la interpretación, del personaje del héroe británico.  
A seis meses de la consulta, el premier británico y líder "tory", David Cameron, ha garantizado que ampliará el margen de acción del Parlamento de Holyrood, incluso en materia fiscal, un área tradicionalmente tabú en las filas de su partido, si el pueblo escocés rechaza la independencia.
Cameron abona su almuerzo el pasado viernes durante tras un acto en...
David Cameron en Edimburgo. Reuters.
pa/2014-03-09/un-36-de-las-empresas-escocesas-se-plantean-marcharse-con-la-secesion-1276512612/

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