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sábado, 15 de febrero de 2014

Reino Unido, Las históricas tormentas generan una importante tormenta política

Un hombre se traslada en una góndola en Berkshire, al sur de Reino Unido. Kieran Doherty/Reuters.
Desde que en 1767 empezaron a registrarse datos meteorológicos en Reino Unido, nunca se había dado un mes de enero tan lluvioso. Las intensas precipitaciones no sólo han obligado a desalojar a miles de familias en el suroeste de Inglaterra, sino que han desatado una fuerte tormenta política, de la que el primer ministro salió al paso ayer durante la primera rueda de prensa sobre las inundaciones en Devon. David Cameron se afanó en mostrar su compromiso por solventar la crisis lo antes posible insistiendo en que el dinero "no será un impedimento" y anunció la cancelación de su viaje a Oriente Medio, según recoge el diario The Telegraph.
Son las peores inundaciones en el Reino Unido en décadas y la zona más afectada es el suroeste de Inglaterra. El Támesis ha alcanzado niveles desconocidos en 30 años. La oficina de meteorología mantiene todavía 16 alertas rojas, es decir, con riesgo para la vida.
Es el invierno más húmedo en Inglaterra en 250 años. No es de extrañar, por tanto, que decenas de miles de hogares se hayan quedado sin electricidad. Además de la lluvia están los fuertes vientos. Estos han obligado a suspender numerosos servicios de tren durante todo el día y se espera que se deban interrumpir más.
La costa sur de Inglaterra se prepara para nuevas crecidas del Támesis en las mismas regiones castigadas hasta ahora. La previsión meteorológica es especialmente alarmante en Cornualles, Devon, Somerset, Dorset, Gloucestershire, Hampshire, Berkshire y Surrey, donde otras mil personas han sido evacuadas a lo largo del día.
El gobierno ha aplicado medidas de emergencia y piensa desbloquear fondos públicos para socorrer a los que se han quedado sin hogar. Lo prometía el jefe del gobierno, David Cameron, desde la ciudad de Blackpool.
"Me han comunicado que otro frente esta en camino", confirmaba el primer ministro. "y que el Támesis volverá a desbordarse. Estamos haciendo todo lo humanamente posible. El ejército ha sido movilizado. Estamos distribuyendo sacos de arena y bombeando agua fuera sin parar para proteger a los habitantes afectados".
Los príncipes Guillermo y Enrique también se han desplazado hasta las zonas anegadas. Hacía décadas que el Reino Unido no vivía una situación similar. Las pérdidas son incalculables.
Reino Unido sigue en alerta por el temporal y las inundaciones
Un hombre empuja su canoa por una calle inundada en Datchet, cerca de Londres. EFE / Facundo Arrizabalaga.
Oficialmente, ya es el invierno más lluvioso de los últimos 250 años en Gran Bretaña.
Las inundaciones y los vientos de hasta 150 kilómetros/hora han disparado las alertas rojas. El condado de Somerset se ha convertido, prácticamente, en un pantano, mientras el Támesis se desborda en las afueras de Londres y el agua llega hasta los muros del Castillo de Windsor, aunque el centro de Londres parece estar fuera de peligro.
Olas golpeando en la costa galesa. Foto: AP.
Los vientos huracanados complican la vida de miles de personas ya afectadas por las inundaciones en el sur del país. El muro de la marina de Brighton es golpeado sin descanso por olas colosales, con altura hasta de 15 metros e inusual potencia. Algo que no parece que vaya a cesar en los próximos días dado que el parte meteorológico señala que, durante la semana, lloverá el equivalente a más de un mes de precipitaciones, así como continuará la intensidad de los vientos.
A David Cameron le llueven las críticas por la gestión del fuerte temporal de lluvia que azota al Reino Unido. Más de 1.000 viviendas permanecen inundadas en el sur de Inglaterra y un hombre de 70 años ha muerto, mientras el Gobierno ha desplegado 600 uniformados para ayudar a los damnificados por las inundaciones. El primer ministro, David Cameron, ha comparecido ante el Parlamento donde ha asegurado que que pondrá a disposición de empresarios y dueños de viviendas afectados por las inundaciones hasta 5.000 libras (6.085 euros) para que puedan protejer mejor sus propiedades en el futuro.
El primer ministro británico se ha reunido esta mañana con el comité de emergencia Cobra, destinado a evaluar la situación y decidir cuáles serán las nuevas medidas a tomar, presionado por las críticas a la lentitud con la que el Gobierno está respondiendo a las peores inundaciones en muchas décadas.
Los afectados acusan al Gobierno de no haber tomado las medidas necesarias a tiempo cuando algunas zonas ya sufrían inundaciones desde finales del año pasado. El Reino Unido se ha visto azotado por un continuo temporal de lluvias y vientos de hasta 120 kilómetros por hora debido a corrientes procedentes del Atlántico. Incluso el ministro de Comunidades, Eric Pickles, ha reconocido que no dragar los ríos en los últimos meses fue "una equivocación".
Los vecinos de Surrey y Berkshire han sido evacuados en botes, aunque muchos se resisten a abandonar sus hogares por miedo a saqueos, y el transporte público que conecta el suroeste de Inglaterra y Londres se ha convertido en una auténtica pesadilla para miles de trabajadores que se desplazan a diario a la capital.
Un equipo de emergencias empuja una embarcación a través de una calle inundada de Surrey, cerca de Londres. Fase NC
La Agencia del Medio Ambiente mantiene 16 alertas graves de inundaciones, que pueden representar riesgo para la vida, de las que dos corresponden al suroeste de Inglaterra y el resto al área del río Támesis. Pero lo peor está por llegar. Las predicciones alertan de que la lluvia no dará tregua durante la próxima semana y los expertos aseguran que las zonas más anegadas tardarán muchos meses en recuperar la normalidad.
Por otra parte, miles de pasajeros permanecen atrapados en trenes durante debido a las interrupciones que ha provocado el fuerte temporal de lluvia y viento, que ya ha dejado un muerto en el suroeste de Inglaterra, y miles de hogares permanecen sin luz por el temporal de lluvia y viento.
Según el Servicio Meteorológico, las aguas del río Támesis pueden subir en los próximos días al nivel más alto en sesenta años.
Además de las 16 alertas "graves" de inundaciones, que la Agencia de Medio Ambiente mantiene en el sur y suroeste de Inglaterra, hay otras 400 con un nivel menor de gravedad pero que representan un gran riesgo.
Ante el panorama desolador que presentan algunos condados, el primer ministro británico, David Cameron, afirmó a la BBC que esta situación no debe repetirse, por lo que prometió estudiar la manera de financiar mejor las defensas contra inundaciones.
"No podemos permitir que esta situación vuelva a pasar. Por supuesto que uno tiene este tiempo que no es normal, pero como país tenemos que hacer más a fin de ser más resistentes", agregó Cameron, que tiene previsto visitar otras áreas inundadas.
La Asociación de Redes de Energía, que representa a las compañías energéticas en el Reino Unido, informó de que 80.000 hogares están todavía sin luz, en su mayoría en Gales, pero se ha podido restablecer la electricidad en unas 70.000 viviendas. En ese país, el ministro principal, Carwyn Jones, admitió que el restablecimiento del suministro  eléctrico es un "gran desafío" para los técnicos debido a la intensidad de los vientos.
El Támesis se ha visto afectado por un aumento inusual de caudal que ha puesto en peligro varios barrios londinenses. AP.
En Irlanda, los condados de Cork y Kerry (en el sur del país) también se encuentra en alerta roja por la llegada de vientos que podrían alcanzar los 160 kilómetros por hora, mientras algunas zonas costeras corren el riesgo de inundaciones, con olas que pueden alcanzar los 12 metros.
Según ha informado, hoy, el periódico británico The Daily Telegraph las inundaciones continuarán durante el mes de marzo en algunas partes del país, mientras el Reino Unidos se muestra en estado de alerta ante la llegada este sábado de un último temporal de alta intensidad.
Desde finales del año pasado, el Reino Unido se ha visto azotado por un continuo temporal de lluvias y vientos de hasta 150 kilómetros por hora debido a corrientes procedentes del Atlántico, que han dejado un saldo, hasta el momento, de ocho muertos, decenas de miles de damnificados y daños, hasta el momento, cercanos a los 800 millones de libras (cerca de mil millones de dólares).
Pese a la intensidad de las críticas recibidas por el Primer Ministro británico, éste ha defendido la respuesta del Gobierno ante la crisis y aseguró que la gente debe quedarse tranquila de que recibirá ayuda "en este momento difícil", en declaraciones a la televisión británica.
"Lo que hemos tratado de hacer es aplicar medidas de emergencia lo más rápido que pudimos", agregó Cameron, y resaltó que "estos dos meses de 2014 han sido los más lluviosos en 250 años".

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