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domingo, 23 de febrero de 2014

Brasil, El cotidiano incendio de autobuses sorprende a la población de São Paulo


En lo que va del año han sido incendiados 31 autobuses en Sao Paulo
Fotografía tomada el 29 de enero de 2014, que muestra un autobus quemado en la ciudad de São Paulo. EFE.
La sistemática de actuación suele repetirse en cada acto. Un grupo detiene un autobús en una calle apartada de Sao Paulo, ordena a los pasajeros y al conductor descender, rocía con combustible los asientos y prende fuego al vehículo. Todo en menos de cuatro minutos.
Unos 50 autobuses de transporte público han sido incendiados de esa manera desde el comienzo de año en la mayor región metropolitana de Sudamérica. Un promedio cercano a uno por día. Otros han sido incendiados en diferentes ciudades del país.
Además de los cerca de 50 autobuses incendiados en acciones semejantes y en iniciativas que las autoridades no han podido explicar ni impedir, otros 66 vehículos de transporte público han sido atacados este año en la región metropolitana de la mayor ciudad brasileña, según las cifras de la Empresa Metropolitana de Transportes Urbanos de São Paulo (EMTU).
Del total de autobuses incendiados, al menos seis lo fueron el día 23 de enero, durante la noche paulista, al parecer como protesta por las inundaciones que tuvieron lugar en varias regiones de la mayor ciudad brasileña, según informaron las autoridades al día siguiente.

Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: http://www.elcomercio.com/mundo/brasil-violencia-incendio-buses-protestas-inundaciones_0_1072092890.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com
Las empresas de buses que operan en la zona sostienen que la media de vehículos quemados por mes se ha multiplicado casi por cuatro desde el pasado junio, cuando se desató una ola de protestas contra el aumento del precio del transporte y los costos del venidero Mundial de Fútbol.
Los expertos observan algo novedoso en esta práctica.
"Ya ocurrían quemas de ómnibus en el pasado, pero no con esta intensidad y continuidad. En ese aspecto, es un fenómeno nuevo", dijo Aldo Fornazieri, director académico de la Escuela de Sociología y Política de São Paulo, en diálogo con BBC Mundo.
Algunos de los autobuses han sido atacados en desarrollo de manifestaciones por mejores servicios públicos en áreas pobres de la ciudad y otros en protestas por la muerte de alguna persona en un operativo policial, pero otros han sido blanco de vándalos que no han revelado sus motivos.
Hasta ahora ninguna fuente oficial ha aclarado si los ataques tienen relación entre sí ni si pueden ser una acción coordinada por bandas criminales, como ha ocurrido en anteriores ocasiones, en que una mafia liderada por presos desde las cárceles de Sao Paulo ordenó ataques a diferentes blancos para ejercer presión sobre las autoridades.
"Aún no está claro si se trata de crimen organizado o si son movimientos puramente sociales. Porque las motivaciones, confirmadas por las propias empresas, son las más distintas", dijo el miércoles 29 de enero el secretario departamental de Seguridad Pública, Fernando Grella. Entre las razones de los ataques están protestas contra asesinatos e inundaciones aseguró.
Una cuestión en la que coincide el actual promotor de justicia del Ministerio Público paulista, Saad Mazloum, al frente de investigar estos casos, los ómnibus son quemados como forma de protesta por motivaciones "variadas".
Algunos lo hacen para expresar descontento por las inundaciones en sus barrios, otros por falta de agua y otros porque alguien del barrio fue arrestado por la policía, dijo Mazloum a BBC Mundo.
"Para mostrar su revuelta, lo primero que encuentran es el ómnibus", indicó. "Simboliza el Estado para ellos y es lo que está más a mano. El ómnibus es altamente combustible, se prende fuego muy rápido, es de fácil acceso y hay bastantes".
Ônibus foi incendiado na avenida Nossa Senhora de Assunção na região do Butantã, zona oeste de São Paulo (Foto: Marcos Bezerra/Futura Press/Estadão Conteúdo)
Autobus incendiado tras la muerte de una joven de 17 años. (Foto: Marcos Bezerra/Futura Press/Estadão Conteúdo).
A pesar del aumento de vigilancia en los autobuses, inclusive con policías de paisano, la semana pasada hubo al menos cinco casos de autobuses quemados en distintos puntos de São Paulo.
Uno de esos incidentes ocurrió en el distrito de Butanta, zona oeste de la ciudad, después de que la joven Larissa Leite da Silva, de 17 años, muriera en la madrugada del domingo 9 por una bala perdida en medio de un tiroteo entre policías y ladrones.
En lo que va del año no se han producido muertes en estos episodios, en la ciudad de São Paulo, aunque sí heridos de diversa gravedad, desde conductores hasta sospechosos de encender las llamas. Sin embargo el pasado enero una niña de 6 años murió en la ciudad de São Luís, capital del estado de Maranhão, cuando un grupo de narcotraficantes prendió fuego a un autobús.
En el estado de São Paulo, hasta el momento, 13 personas implicadas en los casos, entre ellas ocho adolescentes, fueron arrestadas en los últimos días.
El coste de cada unidad oscila entre unos 200.000 y 430.000 dólares. Y como las unidades no suelen estar aseguradas contra incendios, las empresas de tranportes debar arcar con los perjuicios.
Francisco Christovam, presidente del sindicato de empresas de transporte urbano de Sao Paulo, reclamó recientemente una acción policial urgente para detener el fenómeno creciente.
"La demora en capturar y responsabilizar a los incendiarios ha contribuido al crecimiento vertiginoso de ese crimen", sostuvo en una nota publicada en el diario Folha de S.Paulo.
Algunas empresas han llegado a restringir o suspender la circulación de ciertas líneas en respuesta a los ataques, y algunos conductores se han mostrado reticentes a trabajar en zonas de riesgo.
Otras ciudades de Brasil también están sufriendo con la quema de autobuses de forma habitual.
La semana pasada, tres ómnibus fueron incendiados en la zona norte de Río de Janeiro, en una protesta por la muerte de un hombre durante un tiroteo entre narcos y policías, según informaron estos últimos.
El domingo por la noche, de la misma semana, se reportaron cinco autobuses quemados total o parcialmente en la región metropolitana de Fortaleza (nordeste), por motivos que la policía busca determinar.
Aldo Fornazieri, de la Escuela de Sociología y Política de Sao Paulo, declaró para la BBC que "existe una causa de fondo general que explica un poco esas acciones: el Estado no funciona".
"Va a durar más en el tiempo", pronosticó Fornazieri. "Vamos a ver algunos años de ómnibus quemados, hasta que las condiciones básicas de esas sociedades sean resueltas".


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