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sábado, 7 de diciembre de 2013

Ucrania, La justicia, y la policía, ultima a los manifestantes a cesar las concentraciones

Ucrania, una crisis sin solución
Manifestantes concentrados este jueves en la plaza de la Independencia de Kiev. AFP

El primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, ha denunciado que el apoyo mostrado en las calles de Kiev por altos funcionarios europeos, incluido el ministro alemán de Exteriores, a los manifestantes contrarios al Gobierno ucraniano es una injerencia en ese país.
"La participación en ese tipo de acciones tiene un nombre muy sencillo: intromisión en los asuntos internos", ha dicho Medvédev en una entrevista emitida en directo por la televisión rusa.
El jefe del Gobierno aludía a la presencia el miércoles por la noche del jefe de la diplomacia alemana, Guido Westerwelle, o del secretario general de la Organización para la Cooperación y Seguridad en Europa, Lamberto Zannier, en la plaza de la Independencia de Kiev, tomada por manifestantes proeuropeos y por la oposición ucraniana. Los funcionarios habían viajado a Kiev para una cumbre de la OSCE.
"Me pregunto cómo se sentirían nuestro socios alemanes si el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia asistiera (en Alemania) a una manifestación reñida con las normas del país. No creo que lo considerarían un acto amistoso", ha dicho el expresidente de Rusia, principal socio de Ucrania.
La reunión de la OSCE estaba programada con anterioridad, y no se ha celebrado expresamente aquí por las manifestaciones. Estados Unidos y los países europeos han aprovechado para mostrar su apoyo a la oposición y para resaltar "el deseo del pueblo ucraniano de vivir en Europa", como ha dicho Victoria Nuland, subsecretaria de Estado de EE.UU. para Europa y Asia.
Pero la OSCE ha hecho también llamamientos a resolver la actual crisis ucraniana de forma sosegada. El presidente de la Asamblea Parlamentaria de la OSCE, el montenegrino Ranko Krivokapic, ha pedido "diálogo entre las autoridades, el pueblo y la oposición a través de organismos legítimo".
Y los mismo hizo la directora política del Servicio Europeo de Acción Exterior, Helga Schmid. "Pido a todos los involucrados en este proceso que hagan todo lo posibles para rebajar la tensión", dijo en su intervención en la conferencia de la OSCE.
La organización ha dicho que Gobierno y oposición han aceptado una proposición para formar una troika que investigue la violencia del pasado fin de semana. Según el portavoz de la OSCE, Daniel Holtgen, ese panel estaría formado por tres miembros, uno nombrado por el Gobierno, otro por la oposición y la OSCE elegiría a un tercero que fuese experto en derechos humanos.
Mientras esto sucedía, la encarcelada ex primera ministra Yulia Timoshenko ha efectuado un llamamiento a los manifestantes para pisar el acelerador de sus protestas. "Hablar en la calle no es suficiente. El pueblo de Ucrania necesita urgentemente tomar el poder con sus propias manos y no tener dulces palabras con un dictador", ha dicho en un comunicado.
Por otro lado, el ayuntamiento, la Casa de los Sindicatos y la propia plaza central de Kíev, la Maidán, deben quedar desalojados antes del martes de la semana que viene. Así lo decició el pasado jueves un tribunal de la capital ucraniana, que ha ordenado que se termine el bloqueo de los edificios oficiales por parte de los euromanifestantes.
El jefe de la Policía de Kíev, Valeri Mazan, que estaba presente cuando se anunció, dijo que los manifestantes deben cumplir la orden judicial en cinco días. Si no, la policía actuará para hacer cumplir la orden del tribunal.
Valeri Mazan es nuevo en el cargo, y ha sustituido a Valeri Koriak, que dimitió tras asumir la responsabilidad del violento desalojo de la plaza el pasado sábado de madrugada, sólo unas horas después de que terminase la cumbre de la Unión Europea en Vilna (Lituania), donde el presidente del país, Víktor Yanukóvich, confirmó a sus socios europeos que no iba a firmar el pacto de asociación y libre comercio con la UE.
"Estamos intentando no usar la fuerza. Pero si se producen violaciones de la ley, entonces actuaremos de manera decidida y tajante", ha dicho Mazan, según recoge la agencia Interfax. "Se adoptarán las medidas necesarias dentro de la legalidad".
También se tienen que retirar los piquetes de los edificios de la Administración del Presidente, frente a la sede del Gobierno y ante la Rada Suprema (el parlamento unicameral ucraniano).
Mientras varios miles de personas siguen en el centro de Kíev, el primer viceprimer ministro, Sergiy Arbúzov, ha hecho un llamamiento a las negociaciones para poner fin a la situación.
Sin embargo, rechazó las peticiones de la oposición de celebrar elecciones anticipadas. "No veo ningún sentido en eso. No hay presupuesto para unas elecciones", ha dicho en el canal de televisión 1+1.
El politólogo ucraniano Víctor Nebozhenko no cree que las autoridades se atrevan a emplear la fuerza cuando el próximo martes venza el ultimátum lanzado el jueves por la Policía a los manifestantes que ocupan la Plaza de la Independencia de Kiev y el edificio de la Alcaldía. "Si los antidisturbios cargan contra la multitud, habrá mucha sangre", considera Nebozhenko en unas declaraciones a la agencia ucraniana Unian.
Entre los partidos de oposición que se han unido a la protesta se encuentra el Svoboda (Libertad) un caso aparte entre aquellos que se han sumado a la oposición al presidente Víctor Yanukóvich, dado que se trata de un partido ultranacionalista que durante largo tiempo ha mantenido un discurso xenófobo. Su ideología no se corresponde con el acervo comunitario, por la falta de respeto a los derechos de las minorías o de los homosexuales o a la igualdad de género.

Opositores duermen en el suelo del Ayuntamiento de Kiev. / STOYAN NENOV (Reuters)

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