Translate

viernes, 1 de noviembre de 2013

México, El preso político Alberto Patishtán liberado tras 13 años de cárcel

Alberto Patishtán junto a su familia, ayer jueves. Notimex

La muerte de siete policías en una emboscada perpetrada por un grupo armado en el municipio de El Bosque, en el estado de Chiapas, en el año 2000 fue el motivo que llevó a la cárcel a Alberto Patishtán Gómez, que tiene en la actualidad 42 años. Un luchador social del pueblo indígena tzotzil. Como luchador, él jamás se ha dado por vencido y desde las cárceles por las que pasó se organizó junto a otras personas que fueron injustamente encarceladas. Él representa un defensor importante de los derechos humanos y era el preso político más importante de Chiapas en la actualidad.
Estaba recluido en prisión desde el 19 de junio del 2000, sentenciado a 60 años por un crimen que siempre afirmó no haber cometido, y por el que, según diversas versiones, fue acusado como una venganza política, a causa de impulsar la lucha de su pueblo en contra de los abusos del gobierno local.
El profesor mexicano, Alberto Patishtán, afirmó que la lucha y la defensa a los derechos humanos no se ve dentro de la cárcel. "Vi muchas cosas cuando estuve en prisión, en la cárcel prácticamente no se ve la protección a los Derechos Humanos".
"Encontré en la cárcel humillaciones. Los indígenas que no tienen dinero para pagar un abogado se quedan dentro. Encontré llantos. Hice de sacerdote aunque no lo soy. Tuve que hacer de psicólogo para consolar a los estresados. De doctor y abogado", comentó en la rueda de prensa tras su puesta en libertad. El profesor enseñó a leer y a escribir a un buen número de reos y se ocupó personalmente de sus casos. En total participó, según diversas fuentes, en la liberación de más de veinte condenados a los que asesoró legalmente.
El educador dijo en exclusiva para teleSUR, luego de recibir este jueves su libertad plena a través de un indulto presidencial, que durante su detención en varios centros penitenciarios del país vio muchas irregularidades.
Patishtán aseguró que vio casos donde fallaba la defensa por vicios en el proceso penal, falta de traductor para el prisionero y otros problemas. En cuanto a su lucha por los pueblos indígenas, dijo que primero se enfocará en recuperar plenamente su salud.
"Debo primer recuperar mi salud porque en los últimos días he estado enfermo; luego de acuerdo a lo que me dicte Dios decidiré qué haré (...), cuando me sienta mejor informaré a los medios" nuestros próximos pasos.
El profesor Alberto Patishtán fue notificado este jueves de su libertad tras ser indultado por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, y luego de permanecer más de 13 años en la cárcel.
Durante su encuentro con los medios, a la salida de la cárcel afirmó de entrada que "soy una persona que no solamente oigo, sino que escucho" e hizo referencia a las dolencias que padece, como la falta de visión. "Soy una persona que quedó viendo lo que estaba pasando en su pueblo en esos años (...) en aquel tiempo, como hoy se repite, existe el olvido y la marginación de los pobres".
El caso de Alberto Patishtán representa un "fracaso" del Poder Judicial, porque el Ejecutivo y el Legislativo "corrigieron la plana" mediante un indulto que pondrá fin a 13 años de cárcel, aseguraron abogados del profesor tzotzil, según recoge el periódico mexicano Milenio.
"Me están dando la libertad no por el delito, sino por las grandes violaciones que se vieron y manipularon todo mi proceso", dijo Alberto Patishtán, ayer, tras su liberación en una conferencia de prensa
Daniel Zapico, director de Amnistía Internacional México, reiteró que el caso es "fruto del fracaso de la justicia mexicana", que fue incapaz de valorar las pruebas y permitió condenar 60 años a una persona inocente.
En tanto, la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Olga Sánchez Cordero, dijo que no perdió su oportunidad de brindar justicia al indígena tzotzil, pero técnicamente era imposible atraer un caso en el que solicitaba el reconocimiento de inocencia.
"Estoy muy convencida (de su inocencia), de hecho quería ejercer la facultad de atracción; además (estoy) muy satisfecha de que pueda llegar a obtener su libertad", mencionó para el diario Milenio.
En conferencia de prensa, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dijo que el Presidente decidió otorgarle el indulto después de realizar un profundo análisis jurídico en el cual se detectaron indicios consistentes de violaciones graves a los derechos humanos, particularmente al debido proceso.
En una entrevista para el canal de televisión teleSur, el profesor Patishtán respondió de esta manera a la pregunta respecto a si estaba conforme con el indulto, "Mira desde un principio dije que soy libre y estoy libre, porqué, porque mi conciencia desde un principio como dije, está limpia (...) Tal vez otros dirán él es culpable, pero antes los ojos de Dios, ante la sociedad, especialmente a mí, soy libre, eso es lo que puedo decir al respecto".
En relación a la situación en los presidios mexicanos, el mismo comentó, "Mucha gente está presa injustamente, por muchas cuestiones, falta de dinero, falta de un abogado, falta de traducción porque la persona no sabe leer, no habla español y es eso y muchísimos más, como mala alimentación, no hay atención médica, etcétera eso es lo que hay en la cárcel y hay mucha gente que sigue presa".
Tras trece años presos el recien liberado ha dejado claro que "Me están dando la libertad no por el delito, sino por las grandes violaciones que se vieron en mi proceso".
Durante el juicio Patishtán no tuvo acceso a un traductor a su lengua materna, el abogado que se le designó cometió serios errores, el testigo que le acusó de organizar la emboscada se contradijo varias veces y los jueces desecharon testimonios que ubicaron al profesor en otro sitio cuando ocurrió el ataque.
Sin embargo, el maestro fue condenado a 60 años de prisión, sentencia que se ratificó por varios tribunales.
Trece años después, finalmente, está libre, indultado, pero no inocentado.
Casos como el de Patishtán Gómez ocurren con frecuencia en México, pues de acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en el país hay más de 8.500 indígenas que permanecen en prisión, según indica la BBC.
El 75% de los detenidos se concentran en once de los 32 estados del país: Oaxaca, Chiapas, Puebla, Veracruz, Guerrero, Distrito Federal, Yucatán, Chihuahua, Hidalgo, San Luis Potosí y el Estado de México.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes dejar aquí tus opiniones e impresiones sobre una entrada concreta, sobre algún tema sobre el que te gustaría ver una nueva entrada o sobre cualquier tema del blog en general.