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jueves, 17 de octubre de 2013

Niger, El grave problema de la falta de alimentos

Los ‘relais communautaires’, o agentes comunitarios, son personas del pueblo que, de forma voluntaria, dedican unas horas a la semana a trabajar para la comunidad. “Entre sus funciones, está el pasar mensajes de salud”, explica el Dr. Tharcisse. “Durante el pico de malaria, sobre todo es importante que expliquen en su comunidad la importancia de que el niño acabe el tratamiento en el hospital.”
Un colaborador de Médicos Sin Frontera se dirige a la comunidad. Fotografía: Juan Carlos Tomasi/MSF

En Níger, la desnutrición es endémica. En 2012, casi 370.000 niños con desnutrición aguda severa tuvieron que recibir tratamiento en este país del Sahel, que es uno de los “puntos calientes” de la desnutrición en el mundo.
La desnutrición coincide con la malaria en el mismo periodo de tiempo: entre julio y octubre. Todos los años en esta época, las familias se enfrentan a la escasez de alimentos y además es la estación de lluvias, momento en el que proliferan los mosquitos que transmiten la malaria.
En los hospitales donde trabaja Médicos Sin Fronteras (MSF) en Níger, las admisiones de niños en el programa nutricional aumentan exponencialmente durante este periodo. El Dr. Tharcisse Synga Ngundu, responsable médico de MSF en el distrito de Madaoua, explica un día cualquiera en la lucha contra la desnutrición infantil.
Pero primero hablemos de Zaha Haruna. Ella y su familia viven en una aldea llamada Nakoni, en el distrito de Madaoua. Zaha tiene 7 hijos y 20 nietos. "Este año no tenemos comida", dice. "Para conseguir los alimentos que consumimos ahora, tenemos que ir al campo y recoger el mijo porque es lo que utilizamos para preparar la comida. Lo traemos, lo cortamos y lo secamos. Si hay sol, podemos tomarlo el mismo día. Si no hay sol, tenemos que esperar al día siguiente". Una de sus nietas, Aichatou, de 2 años, ha estado una semana ingresada en el hospital de distrito de Madaoua. Fue dada de alta a finales de septiembre. Sufría desnutrición y malaria, una combinación letal para los niños menores de 5 años.
El sorgo, una planta herbácea, es básico en la dieta de las familias. A finales de septiembre, algunas ya recogían parte de la cosecha. El Dr. Tharcisse explica  qué es lo que ocurre en Níger. "Las familias en las aldeas cultivan durante la estación de lluvias, luego recogen y, cuando lo hacen, ya no tienen la posibilidad de cultivar más, así que deben usar lo que han recogido durante ese tiempo. Y si se acaba antes, toda la familia se queda sin comida. Llega el hambre, y esto es lo que pasa aquí, en Níger. Por eso hay muchos casos de desnutrición. Y Madaoua, en particular, es uno de los distritos donde hay más casos".
El hospital del distrito de Madaoua tiene capacidad para 150 niños, pero en las últimas semanas hay ingresados unos 300; más de la mitad padecen malaria. Para frenar el impacto que la desnutrición y la malaria tienen en los niños más pequeños, MSF ha implementado nuevas estrategias. En primer lugar, ha reforzado el trabajo a nivel comunitario (PECADOM, del francés ‘Prise En Charge À Domicile’ o Atención a Domicilio). Se hace gracias a ‘agentes de malaria’, los ‘agents palu’, que diagnostican y tratan la malaria simple en los pueblos para evitar complicaciones, y que también examinan el estado nutricional y la cobertura de vacunación del niño.
"Junto con los colaboradores comunitarios, hacemos demostraciones, por ejemplo culinarias para que las mamás con hijos en riesgo de padecer desnutrición sepan qué alimentos son más nutritivos y cómo prepararlos para que conserven todas sus propiedades", explica el Dr. Tharcisse. También se realizan demostraciones sobre la utilidad de las mosquiteras para prevenir la malaria. Estas formaciones se ofrecen también al personal de MSF ya que parte del equipo también suele contraer la enfermedad. "En las reuniones de seguridad con el staff, aprovecho para pasar mensajes, como la importancia del uso de la mosquitera" comenta el Dr. Tharcisse. 
Los ‘relais communautaires’, o agentes comunitarios, son personas del pueblo que, de forma voluntaria, dedican unas horas a la semana a trabajar para la comunidad. "Entre sus funciones, está el pasar mensajes sobre aspectos que ayuden a la salud de las personas", explica el Dr. Tharcisse. "Durante el pico de malaria, sobre todo es importante que expliquen en su comunidad la importancia de que el niño acabe el tratamiento en el hospital", continua explicando el mismo.
Los agentes comunitarios trabajan para lograr que el máximo número de niños sean atendidos en los puntos donde los equipos de MSF están proporcionando quimioprevención de la malaria. Las autoridades locales también participan en esta tarea de sensibilización, animando a las madres a acercarse con sus hijos. En primer lugar se revisa el estado nutricional de los niños, gracias al brazalete MUAC (de medición del perímetro mesobraquial), que permite evaluar rápidamente y de forma aproximada el estado nutricional del niño. Desde primeras horas, hay largas colas. Esta es en el pueblo de Tounfafi.
Los agentes comunitarios trabajan para lograr que el máximo número de niños sean atendidos en los puntos donde los equipos de MSF están proporcionando quimioprevención de la malaria. Las autoridades locales también participan en esta tarea de sensibilización, animando a las madres a acercarse con sus hijos. En primer lugar se revisa el estado nutricional de los niños, gracias al brazalete MUAC (de medición del perímetro mesobraquial), que permite evaluar rápidamente y de forma aproximada el estado nutricional del niño. Desde primeras horas, hay largas colas. Esta es en el pueblo de Tounfafi. / Fotografía: MSF
Fotografía: Juan Carlos Tomasi/MSF
"Yo he tenido la oportunidad de ir a los pueblos donde están los ‘agentes de la malaria’ y ver cómo las mamás van con sus niños", continúa diciendo el Dr. Tharcisse. "La ventaja de este programa es que en esos pueblos, las mamás tiene un gran problema: se tienen que ocupar de los niños pero también del sustento de toda la familia, del trabajo en el campo. Así que cuando un niño cae enfermo, la duda que se plantea es: ¿debo ir al campo o debo ir al hospital? El PECADOM le da una solución: la mamá puede ir al campo, porque ya hay alguien en el pueblo que puede atender a su hijo. Irá a ver al ‘agente de malaria’, que atenderá al niño rápidamente y ella luego tendrá tiempo de ocuparse de las actividades del campo".
A veces la prevención llega tarde y los niños deben ser ingresados: desnutrición y malaria son una combinación letal. El doctor Tharcisse lo explica: "si el niño desnutrido también tiene malaria, entonces es mucho más complicado. Sabéis bien que cuando un niño tiene malaria, se niega a comer, y la enfermedad se complica más, razón por la cual durante este período no solo hay más niños bien alimentados que tienen malaria: también hay muchos más niños desnutridos que vienen porque tienen malaria".
"Ahora mismo estamos en el pico de casos de desnutrición y malaria y hay muchas admisiones en el hospital. Mientras varios médicos están haciendo la ronda en otras salas, yo me encargo de los niños que llegan a la zona de admisiones. Discutimos los casos complicados con los demás médicos. Al mismo tiempo, traspasamos los casos de los niños que hemos visto a los médicos que harán su seguimiento".
"Cuando los médicos del hospital tienen mucho trabajo o tienen que atender alguna urgencia, les ayudo", señala el doctor Tharcisse. "Aquí evaluamos el estado de un niño que necesitó una trasfusión de sangre en la unidad de Pediatría". En el hospital de Madaoua, MSF gestiona la Pediatría y el CRENI, el Centro Nutricional Intensivo, la unidad donde ingresan los niños con desnutrición que tienen alguna complicación y no pueden ser tratados a nivel ambulatorio.
Hoy, Aichatou ha sido dada de alta y la abuela Zaha se la lleva a casa. Ahora, la niña seguirá el tratamiento para la desnutrición de forma ambulatoria, sin necesidad de estar ingresada en el hospital. "Me dan dado tratamiento para que lo siga en casa durante una semana y luego me han dado cita para ir cada semana".
"Hemos hablado con los responsables de los centros de salud integrados, todos los responsables nos dicen que hay menos niños que vienen de los pueblos donde hay agentes comunitarios", dice el Dr. Tharcisse. Médico congolés de 43 años, llegó a Níger hace nueve meses. Desde entonces gestiona las actividades médicas en el proyecto de Madaoua. El día 16 de octubre, fue el Día Mundial de la Alimentación. En Níger, es un día más para los médicos que están luchando contra la combinación letal de la desnutrición infantil y la malaria.

“Yo he tenido la oportunidad de ir a los pueblos donde están los ‘agentes de la malaria’ y ver cómo las mamás van con sus niños”, explica el Dr. Tharcisse. “La ventaja de este programa es que en esos pueblos, las mamás tiene un gran problema: se tienen que ocupar de los niños pero también del sustento de toda la familia, del trabajo en el campo. Así que cuando un niño cae enfermo, la duda que se plantea es: ¿debo ir al campo o debo ir al hospital? El PECADOM le da una solución: la mamá puede ir al campo, porque ya hay alguien en el pueblo que puede atender a su hijo. Irá a ver al ‘agente de malaria’, que atenderá al niño rápidamente y ella luego tendrá tiempo de ocuparse de las actividades del campo”.

Fuente: http://umoyavalladolid.blogspot.com.br/2013/10/un-dia-cualquiera-en-la-lucha-contra-la.html
Afiliada a UMOYA

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