España, La carta de un inmigrante español desde Inglaterra

Esta carta apareció en la red social Facebook, y en Twitter, mediante la que Benjamín intenta compartir su tristeza y frustración personal, y de alguna manera la de millones de personas de un país, con aquellos que comparten sus cuentas en las mencionadas redes sociales.

Pero ésta no es una historia exclusiva, es la de millones de españoles, hoy, indignados con una situación en la que se han visto envueltos por causa de la negligencia, indiferencia, incompetencia, corrupción, deslealtad hacia el pueblo de los partidos políticos, sin importar cuales son su siglas o su tendencia ideólogica, la auténtica realidad es que el sistema político en España lleva haciendo aguas durante años sin que se vislumbre la posibilidad de taponar la entrada que permita mantener el equilibrio del país, y su navegación segura, independientemente de quien gestione los destinos del mismo.

Aquellos que se afanan, dirigentes del Partido Popular, en decir que tienen el apoyo de la mayoría silenciosa se autoengañan, e intentan engañar al pueblo español, pues los variados sondeos publicados, el último el de la Comunidad Valenciana, indican bien claramente que no cuentan con ese apoyo. Pero tampoco la oposición del señor Rubalcaba y su PSOE puede saltar de alegría, dado que sus pérdidas son similares o mayores que las del partido en el gobierno. Sin embargo, nadie es capaz de hacer un acto reflexivo, un acto de corage para agarrar el timón y cambiar el rumbo de esa nave que se hunde en diferencias sociales cada vez más abismales, en la injusticia, en la corrupción, en la indiferencia de la clase política y empresarial, ensimismada en obtener mayores ganancias y privilegios, aunque no los puedan disfrutar totalmente ni en esta vida, ni en otras ochenta que pudieran vivir.

Este es el texto de un joven de 25 años que se vió obligado a emigrar por la ineptitud de los políticos, durante años, que no supieron gestionar la época de bonanza ni están sabiendo hacerlo en la crisis.

"Me llamo Benjamín Serra, tengo dos carreras y un máster y limpio WCs.

No, no es broma. Lo hago para poder pagar el alquiler de mi habitación en Londres.

Trabajo en una famosa cadena de cafeterías en el Reino Unido desde mayo. Y después de 5 meses trabajando allí, hoy por primera vez, me he visto desde fuera. Me he visto limpiando los aseos. Mi pensamiento ha sido: “Soy Premio Extraordinario de Fin de carrera en mis dos titulaciones y limpio la MIERDA de otros en un país que no es el mío”. Bueno, también hago cafés, recojo las mesas y friego las tazas.

Y no me avergüenza hacerlo. Limpiar es un trabajo muy digno. Lo que me avergüenza es tener que hacerlo porque nadie me ha dado una oportunidad en España. Como yo hay muchos españoles, sobre todo en Londres. “Sois una plaga”, me dijeron una vez aquí. Y no nos engañemos. No somos jóvenes de aventura para aprender el idioma y vivir nuevas experiencias. Somos INMIGRANTES.

Yo siempre he sido muy orgulloso, no lo voy a negar. Los que me conocéis, lo sabéis. Y me revienta tener que sonreír a algunos clientes que te miran por encima del hombro por el simple hecho de ser “barista” (aquí lo llaman así). Hay algunos impresentables a los que me entran ganas de sacar mis títulos universitarios y de máster y ponérselos en la cara. Pero realmente no serviría de nada. Parece ser que esos títulos solo sirven ahora mismo para limpiar la MIERDA que limpio yo en los aseos de la cafetería. Una lástima.

Yo creía que merecía algo mejor después de tanto esfuerzo en mi vida académica. Parece ser que me equivocaba".

"La repercusión que ha tenido el texto me ha pillado por sorpresa. Lo escribí este viernes por la noche. Llegué a casa y estaba cansado, enfadado con la vida. Hablé con mi madre y con mi hermana por Skype y después lo escribí para desahogarme con la gente que tengo en mis redes sociales", explica a El Huffington Post, Benjamín.

Benjamín llegó a Londres en octubre de 2012 con una beca Leonardo para trabajar de prácticas en un periódico destinado sobre todo a la comunidad latinoamericana en la ciudad británica. El contrato se le acabó en abril y en cuatro días encontró el trabajo en la cafetería, que le permite mantenerse.

"Veo complicado volver a España. Busco trabajo allí, en Reino Unido y en Latinoamérica, pero en España hay muy poco, casi todo son becas", lamenta. Asegura que en Londres se ve a los españoles como "una plaga". "Para que nos consideren eso, es que aquí tenemos que estar viviendo muchos, muchos", avisa.

"A los políticos españoles les diría que se pusieran las pilas porque yo solo soy un ejemplo de lo que está pasando y somos muchos los que estamos en la misma situación", asegura Benjamín. Mientras, cuenta las horas que le quedan para volver a la cafetería. Sus títulos, de momento, no podrán parar el tiempo.

Ayer era España la que recibía titulados de toda Latinoamérica para realizar trabajos de cualquier nivel, desde camareros a trabajos domésticos u operarios de la construcción, sin desmerecer a ninguno de ellos, hoy son los españoles quienes se ven obligados a sobrevivir de cualquier manera, lejos de sus familias y de sus casas. En un caso y en otro fallan las estructuras del Estado, queda patente la ineptitud de los políticos y los errores de programas educativos que no están adecuados a las necesidades de las respectivas sociedades.

Sin embargo lo que más me ha sorprendido, aunque también los hay comprensivos, ha sido leer los comentarios vertidos por diversos lectores en determinados medios, donde se ha publicado la carta, que van desde prepotentes, insultantes, y ausentes de solidaridad hasta despreciativos, especialmente entre aquellos más afortunados que no sufren la situación de los millones de Benjamines en España, Portugal, Grecia, Nicaragua, Bolivia, Ecuador..., que dejan en evidencia que estamos en la época del "YO", y quizás por eso, también, en el auge de los movimientos ultranacionalistas, y fascistas, ante la falta de opciones que ofrecen los inmovilistas gobiernos a sus respectivas ciudadanías.