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domingo, 6 de octubre de 2013

Argentina, La detención de más de 35 barras bravas evita un nuevo baño de sangre en el fútbol del país

Imágenes de las armas capturadas. Captura de la web de la agencia Telam.
"El juego de los violentos, de los que miran para otro lado, de los que tapan (o encubren) puede más, mucho más que el juego de la pelota. Parece un mal que no tiene cura. Sin una decisión política firme y seria, el fútbol continuará desangrándose. Así, en poco tiempo, en nada, el fútbol para todos será un fútbol para nadie...", con estas palabras inicia el periódico argentino Clarín un artículo sobre las últimas detenciones de miembros de las barras bravas, "aficionados" organizados de equipos de fútbol locales, pocas horas antes de un partido que debía enfrentar, por la serie B nacional, la segunda división del campeonato argentino, a Independiente de Avellaneda, localidad anexa a la capital argentina, y que forma parte del Gran Buenos Aires, y al equipo Unión de Santa Fe.
Los 37 detenidos son miembros de la barra oficial de Independiente, a los que se acusa de preparar una emboscada para atacar a una facción rival del mismo club. La Policía los localizó en el techo de una propiedad desocupada, frente a la puerta 4 de acceso al estadio, armados con pistolas, revólveres y cuchillos.
Los barras, armados hasta los dientes (4 armas de fuego -dos 9mm, un calibre 32, un 38-, un par de arpones y 10 facas), estaban dentro y sobre los techos del segundo piso de un local abandonado en la calle Bochini, a metros de la Puerta 4, esperando agazapados a la facción de Pablo Bebote Alvarez, quien en la semana, en su cuenta de Facebook, había anunciado que iba a copar otra vez la Popular Norte, tribuna que desde hace más de un año es ocupada por Loquillo.
Los descubrieron casi por casualidad. La Policía sospechó de un “hincha” cerca del estadio y lograron que contara el plan. Luego detuvieron al resto en un local abandonado./GERMAN GARCIA ADRASTI
Pero este no es un problema exclusivo de Argentina, en Colombia -donde el martes 24 de septiembre fue suspendido el partido entre Millonarios y Atlético Nacional después de tres asesinatos durante el fin de semana, perpetrados presuntamente por hinchas de fútbol-, el gobierno contempla la posibilidad de suspender el torneo nacional, medida extrema que reflejaría la preocupación oficial ante las consecuencias políticas de los episodios de violencia. 
En Brasil ya son varios los muertos, este año, en enfrentamientos entre aficionados, e inclusive un árbitro fue asesinado durante un partido amateur. 
"Ayer no hubo una “masacre” (esa fue la palabra que utilizó la APreVide a la hora de tomar la decisión de suspenderlo), por obra y gracia del azar", decía el diario Clarín en su artículo respecto a la suspensión del partido entre Independiente y Unión de Santa Fe. "En esas condiciones no se podía jugar el partido. Nuestra obligación es preservar la vida, por eso le pedimos a la gente que no se acerque al estadio", declaró Óscar Boccalandro, director de Aprevide, a la agencia oficial Télam.
La mayoría de las barrabravas del fútbol argentino se han convertido en verdaderas organizaciones delictivas, que se financian con negocios ilegales como la venta de entradas y la ayuda de políticos y dirigentes.
Barras bravasLas barras también tienen bajo su mando la venta de productos no oficiales de los clubes, puestos de comida y aparcamientos en calles aledañas a la cancha.
Y sobre todo, siguen suponiendo un fuerte apoyo para políticos locales, autoridades deportivas y líderes sindicales, advierte a BBC Mundo la Defensora del Pueblo porteño, Alicia Pierini. 
En el mes de julio hasta 150 balas se dispararon en la batalla fratricida entre barras bravas del equipo xeneize, en las afueras del estadio de San Lorenzo, en Buenos Aires, poco antes de un partido que acabó siendo suspendido, entre el equipo local y Boca Juniors, y que concluyó con la muerte de dos personas. 
Gracias a los vínculos politicos y sindicales, las barras bravas siguen reclutando adeptos. Las peleas por el poder prometen tener varios capítulos más. Todo sea por un fútbol para nadie, pues ya, por ejemplo, en Argentina, se juegan los partidos sin aficionados visitantes, en Colombia se puede suspender el campeonato, en Brasil se juegan varios partidos a puerta cerrada, etc...
"Si es necesario que se cancele el campeonato, se debería tomar esa medida. Si es necesario aprender por las malas, se hace. Pero no se puede aceptar que sigan muriendo los colombianos por su camiseta", dijo Francisco José Lloreda, Alto Comisionado para la Convivencia y la Seguridad Ciudadana a la BBC.
El pasado 23 de septiembre en el clásico de la ciudad de La Plata entre Estudiantes y Gimnasia y Esgrima, hubo carreras, pedradas y disparos con armas de fuego. Resultado: cuatro heridos graves.  
Este año ya se han producido 6 muertes en el fútbol argentino e incontables incidentes. Según el sociólogo brasileño Mauricio Marud, autor del libro "Para entender la violencia en el fútbol", en 2012 hubo un récord de 23 muertes comprobadas en el fútbol brasileño, cerca de 90% de ellas fuera de los estadios.

Aquí se inicia la violencia:

Aquí continúa:


Y puede terminar así:

Bolivia: Niño muere por explosión de un petardo en partido San José-Corinthians
Niño de 11 años muerto en una cancha de fútbol en Bolivia durante el encuentro San José - Corinthians

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