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jueves, 12 de septiembre de 2013

Kenia, Agua, un tesoro bajo el desierto que puede paliar la sed del país

"Un grupo armado con machetes, lanzas y arcos y flechas asesinó esta pasada noche a 48 personas, en su gran mayoría mujeres y niños, e incendió varias viviendas en una aldea de la región costera de Kenia (sureste) en el marco de una nueva disputa por el control de aguas y tierras, según informaron este miércoles fuentes policiales.
"Estaban armados con armas caseras, con machetes, arcos y flechas y lanzas, aunque algunos tenían pistolas", declaró a Reuters el subjefe de Policía de la región de Coast, Robert Kitur. "Como resultado de ello, hemos perdido a 31 mujeres, once niños y seis hombres, hasta un total de 48. También mataron a 60 animales", añadió.

Los enfrentamientos por el control de ganados, de las tierras de pastoreo y agricultura y del agua son habituales entre las comunidades pastoriles de las zonas más áridas del este de África, y es también frecuente que conduzcan a actos violentos de venganza". Esta noticia que tiene más de un año, sigue siendo una constante en el país aunque a menor escala. Sin embargo un sorprendente descubrimiento puede cambiar el futuro de miles de personas que viven en las zonas más inhóspitas y áridas del país africano.
El Gobierno de Kenia ha anunciado el descubrimiento de dos acuíferos en la árida región de Turkana, en el norte del país, una fuente natural de agua que podrá suministrar a la población del país durante unos 70 años.
Este descubrimiento se ha realizado en Turkana y Lokitipi empleando satélites y un radar y supone una buena noticia para la región, duramente golpeada por la sequía. El año pasado varios científicos publicaron un mapa detallando las reservas que descansaban bajo el suelo de África, según ha informado la cadena británica BBC.
Turkana es una de las zonas más calurosas, secas y pobres de Kenia y estaba devastada por una intensa sequía. La mayor parte de su población está formada por pastores nómadas, que son especialmente vulnerables a la falta de lluvia.
La ministra de Medio Ambiente, Judi Wakhungu, ha asegurado que los acuíferos "abren la puerta a un futuro más próspero para la población de Turkana y la población en su conjunto" y ha anunciado que se debe "trabajar para explotar más a fondo estos recursos con responsabilidad y especialmente salvaguardarlos para generaciones futuras".
Los acuíferos tienen una capacidad de 250.000 millones de metros cúbicos de agua y Kenia emplea alrededor de 3.000 millones de metros cúbicos de agua al año para satisfacer sus necesidades. La ministra ha informado de que se espera que en un mes el agua pueda estar disponible para su uso. "La primera prioridad es suministrar agua a la población de la zona", ha asegurado.
Kenia tenía escondido el mayor tesoro que una tierra árida pueda desear. Un equipo de la Unesco ha localizado una de las mayores reservas de agua subterráneas del mundo capaz de saciar la sed de este país africano en los próximos 70 años. El hallazgo tiene tanta importancia porque casi la mitad de los keniatas, 17 millones, sufre la falta de agua potable, por lo que ya se habla de que es mejor que haber descubierto petróleo ya que cambiará la vida de la población al posibilitar el desarrollo de esta zona con la creación de granjas e infraestructuras.
De momento, por los trabajos de prospección y perforación, se da por hecho de la existencia de dos enormes acuíferos, el mayor de los cuales con una capacidad de mínimo 200.000 millones de metros cúbicos, y otro más pequeño de 10.000 millones. Además, falta determinar el tamaño de otros tres pozos, aunque los científicos creen que serán mucho más pequeños. Los hallazgos se han producido en el área semi desértica de Turkana, en el norte de Kenia, alrededor del lago salino del mismo nombre, que comparte con Etiopía.
Tras el anuncio del descubrimiento, la ministra de Medio Ambiente keniata, Judi Wakhungu, tuiteó que los acuíferos traían "esperanza para el alivio de la sequía en las zonas rurales del norte", con un 37% de población malnutrida. El ingeniero encargado de las prospecciones, el francés Alain Gachet, ha ido más lejos al asegurar que las reservas hídricas supondrán un cambio total de Turkana en los próximos 10 años y el "fin de las muertes por hambre y sed".
La región del Turkana era conocida hasta ahora por ser un gran yacimiento de fósiles humanos, por lo que el descubrimiento de las aguas, para Richard Leakey, jefe del Instituto de la cuenca del Trukana, confirma lo que siempre habían mantenido: que se trata de un "antiguo lago y que el agua tenía que haber ido a alguna parte".
El Turkana es el mayor lago del mundo en un desierto permanente y, según la asociación Amigos del Lago Turkana, su ubicación remota lo ha preservado y es hoy en día una de las regiones más salvajes y vírgenes, con una rica biodiversidad y fauna. Unas 700.000 personas repartidas en pequeñas comunidades intentan sobrevivir de la pesca y el ganado, actividades que se ven afectadas por la falta de agua.
La misión de la Unesco ha contado con la colaboración del Gobierno keniano y la financiación japonesa que ha permitido mapear la zona a través de una nueva tecnología de exploración por satélite que utiliza técnicas de la búsqueda de petróleo para encontrar los depósitos hidráulicos. Los científicos aseguran que los acuíferos keniatas no están a mucha profundidad, por lo que confían que su explotación será rápida y no demasiado cara.
Gracias a este descubrimiento el futuro en la zona se presenta mucho más halagüeño. El agua permitirá la subsistencia del ganado, el fortalecimiento de la agricultura y, lo más importante, la propia supervivencia de hombres y mujeres que sufren una durísima sequía estructural que penalizaba por igual a seres humanos y animales, pero que en estos últimos tenía su mayor número de víctimas.
 

Fuentes: Europa Press y El País.

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