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domingo, 18 de agosto de 2013

México, Dos jóvenes llevan nueve meses en prisión por causa de un error de la policía de Estados Unidos y la burocracia mexicana


Una madrugada Julio César Moreno y Sergio Alejandro Torres Duarte salieron de Guadalajara, Jalisco en el occidente de México, para participar de un acto deportivo de su escuela en Mazatlán, Sinaloa. Pero nunca llegaron.
Los dos muchachos eran estudiantes de preparatoria en Tec Milenio cuando el pasado mes de noviembre iniciaron un viaje a Mazatlán, para participar del certamen deportivo. Les faltaba un mes para terminar sus estudios. No pudieron viajar en el autobús de la escuela, pero el padre de Sergio les prestó su camioneta para que siguieran al vehículo escolar.
La sorpresa saltó kilómetros antes de llegar a su destino, donde se encuentran algunos de los más importantes balnearios del país, cuando los agentes encontraron casi un kilo de cocaína escondido en el tablero de la camioneta donde viajaban. Los estudiantes de 18 y 19 años de edad fueron detenidos en el puesto de revisión de la Policía Federal, aquel fatídico 15 de noviembre de 2012.
Los chicos juraron que la droga no era suya, y todo parece indicar que no mentían.
Un año antes la camioneta había sido confiscada por el Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos, que encontró ocultos en su interior varios kilos de la droga. Los agentes retiraron casi todo el cargamento pero olvidaron un paquete.
El vehículo, un Toyota Sienna azul 2004, fue subastado por el gobierno estadounidense en McAllen, Texas, y el padre de Sergio Alejandro la compró en febrero del año pasado en una subasta a través de Internet, organizada por la empresa Robertson Auto Auctions.
Durante meses la familia utilizó la camioneta sin imaginarse que viajaban con 914 gramos de droga a bordo.
Hace nueve meses que Julio César y Sergio Alejandro están en prisión, a pesar de que el gobierno de Estados Unidos reconoció que probablemente los jóvenes no sabían de ese paquete olvidado.
Según el periódico mexicano La Jornada, "El gobierno de Estados Unidos reconoció el 23 de abril, en una carta, que un error (no haber sacado un paquete de cocaína de una camioneta que decomisaron y que después fue subastada) mantiene a dos muchachos tapatíos presos en el penal de Mazatlán, Sinaloa, acusados de transportar la droga". 
"El señor Torres Duarte, el padre de Sergio, pudo haber estado teniendo en su poder dicha cocaína sin saberlo cuando él fue arrestado mientras conducía la unidad en México", afirmó el agregado del Departamento de Justicia de Estados Unidos en la Ciudad de México, Tom Radcliff, en una carta dirigida a la procuraduría mexicana. Torres mostró a The Associated Press una copia de la carta.
En entrevista para el canal mexicano Uno TV,  Roselia Duarte, madre de Sergio Torres Duarte, dijo que han mandado información, "hay muchas pruebas que Estados Unidos mandó sobre este caso, así como cometieron un error están siendo humanos y lo están reconociendo, estas pruebas son suficientes para que los muchachos salgan".
En declaraciones para La Jornada, la madre de Julio César Moreno Guzmán declaró que, Ya no pueden más. Están en una barraca, como llaman a las celdas más pequeñas, de metro y medio por tres de fondo, con poca ventilación y un calor insoportable, llenos de ronchas, con tics y hasta con tratamiento sicológico. Son muchachos buenos. No es justo que por un error estén sufriendo, antes de romper en un inconsolable llanto.
El juicio pudo terminar hace varias semanas pero la agente del Ministerio Público (MP) que promovió su encarcelamiento, después de ocho meses sin realizar trámites, solicitó varios datos al gobierno estadounidense que deberá responder por vías diplomáticas. 
Concepción Guzmán denuncia que "lejos de facilitar la liberación de los estudiantes, la agente del Ministerio Público, Laura Nidia Llerena Hernández, exige datos y documentos adicionales, lo que empantana la situación de los muchachos".
Coincide con ella Leonardo Moreno: "Mi hijo es un estudiante sin antecedentes penales, es buen chico, trabajador, hijo de familia. Nosotros tenemos una tienda de mascotas en Guadalajara. El MP pide pruebas obvias y que ya están pedidas de antemano".
Los datos en cuestión van desde el tipo de unidad y el modelo de la camioneta incautada, hasta referencias de la fabricación y la calibración de la máquina con que se hizo el peritaje químico de la droga, así como el tipo y la calidad de la cocaína. 
Cocaína incautada por el gobierno de Estados Unidos El informe del Departamento de Justicia, de los Estados Unidos, encaminado a las autoridades mexicanas, con el objetivo de demostrar la inocencia de los jóvenes, incluyó fotografías de los paquetes de cocaína confiscados en Texas, marcados con la palabra "Good" en su envoltura plástica. Éstos son idénticos al paquete encontrado en la camioneta el 15 de noviembre de 2012.
Según el periódico de Guadalajara (Jalisco) Informador, "la jueza responsable del caso, en Estados Unidos, envía algunos datos para el Ministerio Público en México, entre ellos les indica que (la droga incautada) es de una pureza 9.1, envuelta en papel carbón negro; traía impresas unas letras que decían ‘Good’. Estados Unidos manda decir que, efectivamente, el paquete es igual al que ellos tienen allá, que probablemente se les haya olvidado y que Julio César y Sergio no tenían conocimiento del paquete". Solo después de ocho meses y medio entregaron las pruebas al fiscal en Mazatlán.
Pero ahora desde México, la fiscalía requiere nuevos datos al Gobierno estadounidense, algo que según la justicia de los Estados Unidos no pueden suministrar dado que no pueden hacer nuevas pruebas en el material confiscado, y respondieron a la misma que, "ya no tenían manera de hacer esa prueba porque ya habían destruido las evidencias".
Aún así ambos jóvenes están atrapados en la maraña legal mexicana y la inacción del Ministerio Público de la Procuraduría General de la República (PGR).
Cumplir la petición de libertad puede demorar algún tiempo. Pero eso no es todo: los tribunales donde se atiende el caso están de vacaciones, por lo cual ninguna audiencia puede realizarse hasta el regreso de jueces y empleados administrativos, a finales de agosto.
Mientras ambos jóvenes, se ven privados de su libertad, y de continuar con su vidas y sus estudios, hasta la fecha.
En la página web change.org se puede firmar una petición solicitando la liberación de ambos jóvenes.
"Ni Conchita ni yo hubiéramos podido imaginar hace ocho meses el calvario en que se convertirían nuestras vidas. Desde entonces nuestros hijos, Sergio y Julio, están en prisión por un error de los Estados Unidos. Parece increíble, ¿no?
Sin embargo, es una realidad: a pesar de que las propias autoridades estadounidenses han reconocido su negligencia, en México se niegan a dejar a nuestros hijos en libertad", comienza diciendo la petición que se encuentra en la web mencionada.
Las familias y amigos de Sergio y Julio César continúan con su lucha y detallan toda la información del caso en la red social Facebook en una página creada para dar a conocer el caso denominada Por Un Error De USA.
Tambien en la web YouTube se puede encontrar un vídeo sobre el caso.
La incompetencia y burocracia de un sistema puede dejar secuelas permanentes en dos jóvenes que hace cerca de nueves meses salieron simplemente para participar de una competición deportiva, y desde entonces se encuentran en una celda de 1,3 por 1,3.

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