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lunes, 1 de abril de 2013

Irán, enmudece a periodistas y activistas de los derechos humanos.

Narges Mohammadi, periodista, activista de derechos humanos y madre de dos hijos de corta edad, fue condenada a seis años de prisión en Irán. Narges era presidenta ejecutiva del Centro para los Defensores de los Derechos Humanos de la premio Nobel de la Paz, Shirin Ebadi, en Teherán y estaba muy involucrada en ayudar a las familias de algunos de los miles de presos políticos en Irán.
Las autoridades iraníes forzaron el cierre del Centro en 2008 y varios de sus miembros han sufrido acoso, detención y condenas a largos periodos de cárcel.
Narges Mohammadi es madre de gemelos de corta edad, Ali y Kiana. Su encarcelamiento más reciente comenzó el 22 de abril de 2012. Los problemas de salud que ya tenía se agravaron cuando empezó a cumplir la pena. Tras escribir una carta a la Fiscalía General de Teherán, en la que exponía su deteriorado estado de salud, el 31 de julio de 2012 se le concedió un permiso carcelario y fue hospitalizada para recibir tratamiento médico por espasmos y pérdida temporal de visión, entre otros problemas.
En 2011 fue declarada culpable de “reunión y colusión para cometer delitos contra la seguridad nacional” y de “difusión de propaganda contra el sistema”, cargos relacionados con su labor de defensa de los derechos humanos. Narges Mohammadi tiene prohibido viajar al extranjero desde 2009, cuando las autoridades iraníes le confiscaron el pasaporte.
Narges ha comenzado a cumplir una condena de seis años de cárcel en la prisión de Evín de Teherán. Amnistía Internacional la considera presa de conciencia, por lo que debe ser puesta en libertad de inmediato y sin condiciones y así se está solicitando al gobierno iraní.
El esposo de Mohammadi, otro activista político, Taghi Rahmani, pasó la mitad de su vida en las cárceles iraníes. Tuvo que salir de Irán, con sus hijos, en 2012 y actualmente reside en Francia. 
Nasrin Sotoudeh, que cumple una condena de seis años de cárcel desde septiembre de 2010, es otra víctima de las continuas violaciones de los derechos humanos en el país.
Amnistía Internacional, junto a otras organizaciones, lleva años pidiendo su liberación. Ha sido declarada presa de conciencia, dado que está encarcelada única y exclusivamente por su trabajo pacífico como abogada de derechos humanos. Su labor ha sido reconocida internacionalmente con la concesión, en octubre de 2012 del Premio Sajarov por parte del Parlamento Europeo. Las autoridades iraníes, por su parte, no se han limitado a encarcelarla. También han acosado a sus familiares e incluso han emprendido medidas contra ellos, como por ejemplo la prohibición de viajar a su hija de 13 años, hecho por el que Sotoudeh estuvo en huelga de hambre durante 49 días en prisión a finales de 2012.
El Parlamento Europeo concedió en octubre del pasado año su premio Sajarov, el Nobel de la Paz europeo, al cineasta iraní Jafar Panahi y a su compatriota la abogada Nasrin Sotudeh, ambos condenados a largas penas en su país. Su Presidente, Martin Schulz, miembro del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), dijo en el acto de la concesión del premio: "Queremos manifestar nuestra admiración por una mujer y un hombre que resisten a la intimidación de la que son víctimas los iraníes". La atribución de este premio, según Schulz, debe interpretarse como un "NO muy claro al régimen iraní que no respeta ninguna de las libertades fundamentales".
En el pasado mes de enero, en diversas redadas policiales en periódicos iraníes, detuvieron a 14 periodistas, por el simple motivo de ejercer su profesión. Los profesionales del periodismo fueron acusados de colaborar con organizaciones mediáticas en lengua persa “antirrevolucionarias” con sede en otros países.
Ann Harrison, directora adjunta del Programa para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional ha comentado respecto a estas situaciones: "Lamentablemente, estas situaciones no son nuevas. Muchos trabajadores de los medios de comunicación sufren acoso e intimidación constantes por parte de las autoridades, que reaccionan implacablemente ante el menor atisbo de crítica".
Decenas de profesionales del periodismo han sido acosados, detenidos y encarcelados en los últimos años, y los familiares de los detenidos también han sufrido acoso o han estado recluidos de forma temporal.
Desde todas las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos, asociaciones e incluso grupos políticos de varios países se ha solicitado a Irán, de forma persistente, que deje en libertad a todos los presos de conciencia.

Narges Mohammadi

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