Translate

miércoles, 20 de marzo de 2013

Catalunya, Oriol Pujol una burla al pueblo catalán

Según la RAE (Real Academia Española) delegar es "Dar a otra (persona) la jurisdicción que tiene por su dignidad u oficio, para que haga sus veces o para conferirle su representación". En definitiva, es simplemente dar a una persona la facultad o el poder, para que te represente o ejerza el mismo en tu nombre.
Sin embargo dimitir significa "Renunciar, hacer dejación de algo, como un empleo, una comisión, etc.", según define la propia Academia.
Oriol Pujol, secretario general de CDC (Convergència Democràtica de Catalunya), imputado por el caso de las ITV (Inspección Técnica de Vehículos), ha "delegado" de sus cargos en el partido y de sus funciones como presidente del grupo parlamentario, pero no ha dimitido de los mismos, y menos como diputado de esa organización en el Parlamento de Catalunya.
Tras haber sido imputado el pasado lunes por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) por su supuesta relación con la trama de adjudicación irregular de estaciones de ITV, decidió delegar de sus funciones, pero según sus propias palabras "Sería una acción desmesurada dejar el acta de diputado, un imputado no es un condenado". Esta acción de delegar, lo que no significa renunciar al cargo, no es más que una treta para no ceder su posición en el partido para que sea ejercida por otro miembro del mismo.
El mismo ha querido aclarar "creo que es oportuno recordar que ser citado a declarar como imputado quiere decir que se vean indicios de un presunto trato de influencias, pero no necesariamente son ciertos ni probados". O sea el mismo dice "se vean indicios de un presunto trato de influencias", y yo me pregunto ¿esos indicios no son suficientes para presentar la dimisión por una supuesta actitud ilegal y defenderse de las acusaciones fuera de todos los cargos políticos?
La verdad es que Oriol Pujol ha querido vender una imagen al pueblo catalán que no es real. Delego mis funciones pero sigo en el cargo, eso es lo que está haciendo realmente, aunque intente presentar su acción como una "dimisión". Esa acción no deja de ser un subterfugio para continuar por un lado "dirigiendo" el partido y por otro mantenerse con su privilegios procesales desde su función como diputado del Parlamento catalán.
Pero es igual de vergonzoso que otros políticos, evidentemente cercanos al líder catalán, le apoyen en su decisión de tomar el pelo a los votantes de Catalunya.
El presidente de ERC (Esquerra Republicana de Catalunya), Oriol Junqueras, ha declarado al respecto de este caso: "Imputado quiere decir que hay algún indicio, pero no está acusado, no hay acusación. No hay un proceso formal de investigación que se deriva en el convencimiento de que hay indicios para estar acusado". El líder republicano argumentó que, si cada vez que se imputa a un parlamentario éste tuviera que dejar el Parlamento catalán, se estaría convirtiendo "en electores a los jueces y a los fiscales". Lo que parece no entender este señor es que los electores, si tuviesen la posibilidad de hablar, o votar inmediatamente, le despojarían del escaño, pues nadie quiere políticos sospechosos, o imputados por sospechas, de actividades ilegales.

¿Señor Junqueras, no es suficiente que haya indicios de una actuación ilegal para que una persona tenga la ética de dimitir de sus cargos?
Ayer mismo les explicaba el caso del Ministro de Presupuesto francés, Jerôme Cahuzac, que dimitió de su cargo en el Gobierno tras ser imputado, como sospechoso, por haber mantenido una cuenta secreta en Suiza.
Pero lo más infame de esta actitud es el absoluto desprecio por los votantes catalanes al no renunciar a su escaño parlamentario, que le garantiza sus privilegios procesales, mientras que con la "delegación" de sus cargos en el partido, aparenta el respeto hacia sus militantes, aunque en realidad continúa aferrándose a los mismos, al no permitir que se cubra esa vacante.
Bajo el título "Dimisión o burla" el periódico español El País dedica una editorial a la acción del señor Oriol Pujol y comenta: "La veladura de Oriol Pujol de la primera escena política constituye un remedo burlesco del papel de la dimisión en democracia. Parece ser una dimisión, pero no lo es. Es una tomadura de pelo. La fuente del poder de los varios delegados estará así fuera de ellos mismos, convertidos en meros trasuntos del falso dimisionario, que mantendrá, con permiso de su presidente, la nuda propiedad del cargo mientras sus seudovirreyes ostentarán el ejercicio vicario de su posesión aparente".

Por otra parte considero, a nivel personal, que actitudes como la de Oriol Pujol le hacen un flaco favor a la causa del nacionalismo catalán.
Una vergüenza esta nueva actitud de los políticos del Estado español imputados en supuestas actuaciones ilegales, y van...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes dejar aquí tus opiniones e impresiones sobre una entrada concreta, sobre algún tema sobre el que te gustaría ver una nueva entrada o sobre cualquier tema del blog en general.