Mitchell Marcus, una conmovedora historia de sentimientos y humanidad

Hace escasos minutos he recibido un mensaje de mi hijo que decía "No todo es malo en este mundo...", lo cual es realmente cierto. En el mismo sólo había el enlace de un video en YouTube. Al verlo sinceramente me he emocionado una vez más con una de esas acciones que nos enseñan que en el mundo existen grandes historias, grandes momentos, que no son conocidos más que por una pequeña minoría de personas, pero que son merecedores de ser expuestos públicamente para que percibamos que por detrás de los grandes titulares, de los medios de comunicación, que nos inundan diariamente, podemos encontrar pequeñas historias forjadas por grandes personas anónimas.
Esta es la historia de Mitchell Marcus y sus compañeros, e inclusive sus rivales, que vivió una noche mágica gracias a todos los que permitieron que su sueño se hiciera realidad, que se convirtiese por unos instantes en la gran figura de un pabellón de deportes que clamaba su nombre.
Marcus, nunca llegará al Hall of Fame de la NBA, como bien indica el vídeo, pero su canasta ha conmovido a Estados Unidos por la historia que lleva tras de sí este gran aficionado al baloncesto. Compañeros y rivales colaboraron para que se hiciera realidad el que fue su momento inolvidable en el último partido de la temporada de basket.
Esta es la historia de Mitchell Marcus, un estudiante discapacitado de 18 años, que como dice su madre "Mitchell siempre ha tenido una pelota de baloncesto en las manos", y amaba tanto ese deporte que a pesar de sus problemas su equipo, el Coronado T-Birds lo nombró su delegado. Su trabajo consistía en buscar agua para los jugadores o recoger los balones perdidos.
El equipo de su colegio de secundaria le preparó una sorpresa en el último partido de la liga regular, recordándonos que muchos de los mejores momentos del deporte no hacen referencia a victorias o derrotas.
A dos minutos del final del partido, el entrenador, que previamente le había comentado a Mitchell que vistiera el equipamento del equipo sin explicarle nada más, solicitó un cambio e hizo salir a este joven a la cancha, según explica el periódico Star Toronto, en su página web.
Morales, el entrenador del equipo, le dijo a un reportero que deseaba que Marcus tuviese su momento de historia, sin embargo lo que sucedió en esos dos minutos no estaba planeado.
Sus compañeros se empeñaron en que Mitchell consiguiese anotar su canasta, pero la pelota o se perdía entre sus manos o no encontraba el aro, en medio de los gemidos desesperados del público, hasta que a pocos segundos del final, y con la posesión a favor del equipo contrario, Jon Montanez, jugador rival, decidió pasarle la pelota a Marcus, que estaba al lado de la canasta del equipo contrario, en lugar de a un compañero de su propio equipo. Mitchell se giró con la bola en sus manos y lanzó hacia la canasta, la pelota entró limpia, sobre la bocina, en lo que serían los dos últimos puntos del partido, en medio del clamor popular de un público que salto a la cancha y alzó a este joven estudiante como si hubiese conseguido la canasta que significase un gran título para este colegio de El Paso (Texas).

La verdad, fueron dos puntos importantes. Fue la canasta de la solidaridad, del humanismo, del compañerismo de los seres humanos. Fue la canasta del sueño de Mitchell Marcus, la más importante de su historia.
Su madre sólo pudo decir, cuando le preguntaron que sintió en aquel instante en que su hijo consiguió la canasta y se convirtió en el héroe de la noche, "creo que siempre lloraré cuando recuerde este momento".

También les dejo un enlace para quienes prefieran verlo con algunos subtitulos en castellano, gracias a un buen samaritano. http://www.youtube.com/watch?v=QSghuIZjtzc Con este enlace no he conseguido bajarlo por eso les he dejado el original.
Espero que les guste la noticia.